Niños y niñas en situación de desventaja social de Residencia Villa Paz y Fundación Tomillo, invitados de lujo en los últimos partidos de Movistar Estudiantes

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Los partidos de Movistar Estudiantes en el WiZink Center contra UCAM Murcia y Valencia Basket tuvieron en la grada a unos invitados muy especiales. 

Se trata de los niños y niñas en situación de desventaja social  de la Fundación Tomillo y la Residencia Villa Paz, invitados por la Fundación Estudiantes. 

Los menores de la Fundación Tomillo acudieron al partido ante UCAM. Fueron un total de 33 niños y niñas de entre 6 y 13 años, del distrito madrileño de San Blas. Todos se encuentran en una situación de desventaja social, lo que implica que su realidad personal, social, económica y cultural presentan carencias que dificultan su completo desarrollo evolutivo.

Ya la temporada pasada los niños y niñas de Fundación Tomillo conocieron a la plantilla de Movistar Estudiantes en una visita al entrenamiento en el Polideportivo Antonio Magariños; y participaron en un entrenamiento muy especial junto al internacional Edgar Vicedo. 

Por su parte, los menores tutelados por la Comunidad de Madrid que viven en la Residencia Villa Paz, de Pozuelo de Alarcón, devolvieron la visita que los jugadores de Movistar Estudiantes Sitapha Savané y Darío Brizuela la pasada temporada les hicieron en el centro en que residen.

Una veintena de niños y niñas acudieron en el WiZink Center a la victoria colegial ante el campeón de Liga Endesa, Valencia Basket, donde disfrutaron del encuentro en primera fila y tuvieron ocasión de ser retratados por el dibujante Enrique Flores.

La visita de los menores de Villa Paz es parte también de la colaboración que Fundación Estudiantes mantiene con el programa «DXT Para la Vida», de la AEPSAD (Agencia Española de Protección de la Salud en el Deporte), liderado por la ex jugadora estudiantil Aauri Bokesa y Rodrigo Pardo.

Esta visita a los encuentros de Liga Endesa es una de las acciones que, dentro del programa «Jugar a Superarte», puede realizar la Fundación Estudiantes con estos centros de menores en riesgo de exclusión social, con la colaboración de la Cruz Roja y Ahorramás.  El baloncesto, una vez más, no es solo meter la pelota en un aro y puede servir para poner un granito de arena para hacer un mundo mejor.