Desde que se conoció la noticia, muchos jugadores y jugadoras, que han pasado por la cantera mostraron su apoyo y consternación a través de Twitter o Instagram: Juancho Hernangómez y su hermana Andrea, Jayson Granger, Javier Beirán, Mariana González, Pedro Robles, Laura Herrera, Pablo Martínez Arroyo, Edu Ruiz, Álvaro Lobo, Sarah Rodríguez, Toni Vicens… así como por supuesto canteranos actuales – tanto en los banquillos como en el parqué y los despachos.
Así como decenas de clubes, tanto de baloncesto de formación de Madrid que han “sufrido” siendo rivales de Movistar Estudiantes en La Nevera, como de otras categorías o regiones que saben de la importancia de una cancha como esta en la vida de un club de cantera.
Clubes como (esperamos no dejarnos a nadie, ya que la volatilidad de las redes sociales hace que sea difícil recopilarlos todos) Breogán, Valencia Basket, Femení Sant Adriá, Fundación CB Granada, Alameda de Osuna, CDE Distrito Latina, San Ignacio Torrelodones, Torrejón Baloncesto, CD Estudio, Parque Sureste, Basket Futuro, Femenino Fuenlabrada, ADC Boadilla, Valcude, Baloncesto Claret… ¡GRACIAS!
También estamentos vitales en nuestro deporte como la ACB, la Federación de Baloncesto de Madrid, la Asociación de Árbitros AEBA y por supuesto, la prensa que sigue el día a día del baloncesto mostraron su consternación y recordaron la importancia histórica y actual de La Nevera.
Y cómo no, cientos de amantes del baloncesto más o menos anónimos: antiguos canteranos, tanto de Movistar Estu como de otros clubes, que sabían lo que era jugar en La Nevera, aficionados que habían disfrutado allí del progreso de las estrellas del futuro o incluso los más veteranos que habían visto hitos como la canasta de Emilio Segura… nos sepultaron, esta vez no de nieve, sino en mensajes de cariño.
Uno de los más mensajes más destacados entre las grandes personas del “baloncesto lejos de los focos” es el del ex entrenador de la cantera y los campus Iñigo Marcotegui, que nos emocionó con este precioso hilo de Twitter.
Hoy se cayó parte de mi vida. No puedo recordar el primer día que entré en LA NEVERA. Quizás tenía 9 años, cuando empecé a jugar, quizás 10. No sabíamos muy bien dónde crecíamos pero impresionaba. Impresionaban las líneas negras de las goteras…
— Iñigo Marcotegui (@marco_saban) January 10, 2021