Llámanos: (+34) 91 562 40 22
WhatsApp: (+34) 91 745 88 50
Escríbenos: info@clubestudiantes.com

Lo de cuando Jordan pudo jugar en el Estu

17 febrero 2023

Michael Jordan, el lockout NBA, Estudiantes, su patrocinador entonces, Adecco; y Severiano Ballesteros (que en paz descanse). ¿Y si MJ, en su mejor momento de forma, hubiera aterrizado en el Ramiro? Todo muy loco, o más bien demente. Lo recordamos, como cada año por estas fechas.

Lo de cuando Jordan pudo jugar en el Estu

Michael Jordan, el lockout NBA, Estudiantes, su patrocinador entonces, Adecco; y Severiano Ballesteros (que en paz descanse).

Son los ingredientes, aparentemente inconexos, de una historia que queda para el basket ficción pero hubo quien trató de hacer realidad en 1998-99: el fichaje de «His Airness» por el entonces Adecco Estudiantes.

Una historia que cada año recordamos, coincidiendo con el cumpleaños de MJ, de la mano de Santi Escribano.

Porque sí. Existió la posibilidad. Fue portada de Gigantes. Michael Jordan, 6 veces campeón de la NBA, 14 veces «All Star» y, en este universo paralelo, jugador del Estu.

Incomprensiblemente, en «The Last Dance» obvian este episodio.  Pero así nos lo explicaba años después el que fuera director de Gigantes, Paco Torres, en entrevista en EstuRadio. 

«Fue una bomba con espoleta retardada: la publicamos con un año de retraso, cuando lo supo nuestro redactor José Luis Mateo.

Durante el lockout de 1999 la firma Adecco, patrocinador entonces del club colegial, se planteó muy seriamente que Jordan jugara en Estudiantes los meses que durara el paro patronal». 

Las cifras que mencionaba Gigantes marean: 2.000 millones de las antiguas pesetas (más de 12 millones de euros) por los cuatro meses que quedaban de Liga ACB en el momento en que se plantea la operación.

Pero también un “anzuelo” especial: clases de golf particulares con Severiano Ballesteros, la leyenda española del green fallecida en 2011.  No es ningún secreto, ya nos lo enseñó “Space Jam”, que MJ es todo un amante del golf.

«Era una operación a nivel mundial. El presupuesto iba aparte del patrocinio específico de Estudiantes. Adecco, en su sede de San Francisco, había aprobado esos 2.000 millones para que Jordan jugara con la camiseta estudiantil. El impacto hubiera sido inmediato: todo lo que toca el 23 lo convierte en oro”.

¿Cómo se recibió esa posibilidad en Serrano 127?  Pepu Hernández fue el primero en ser consultado por la posibilidad y, obviamente, respondió encantado. Lo reconocía años después en una entrevista. Sabía que no era fácil que saliera adelante, pero dio el OK a la operación.

¿Quién no iba a querer contar con un jugador de la talla de Jordan en su equipo? Y más aun teniendo en cuenta que la normativa vigente entonces en la ACB permitía tener tres extranjeros… y Estudiantes contaba solo con dos, Vandiver y Thompson.

En aquella plantilla también estaban  Nacho Azofra, Carlos Jiménez, Alfonso Reyes, Gonzalo Martínez o Juan Aísa. 

Estudiantes vivía años dulces en lo deportivo a finales de los 90 y su afición, como ahora, era de las más numerosas y fieles de España.

Pero incluso ganando títulos el club mantenía su carácter familiar. Nunca ha sido difícil charlar con alguno de sus jugadores tras un entrenamiento en Magariños, al fin y al cabo un polideportivo abierto al público donde entrenan cientos de niños además del equipo profesional.

¿Se hubiera podido mantener eso con “His Airness” como estudiantil? ¿Qué hubiera supuesto para la ACB en general y el Estu en particular un fichaje así? A Paco Torres le cuesta imaginarlo.

“No somos capaces de valorarlo, hubiera sido un impacto absoluto y total tener al mejor jugador de todos los tiempos en la ACB. Hubiera abierto todos los informativos y periódicos del mundo”.

Y a la imaginación deberá seguir perteneciendo esta historia. El lockout de la NBA acabó en enero de 1999 y con él, el sueño húmedo de la multinacional del trabajo temporal.

“Los agentes de Jordan llegaron a valorar la oferta, que fue real, pero el lockout terminó antes de que le hubiera podido llegar al propio Michael. Pero no hubiera sido descabellado que hubiera aceptado. Además, ¿por qué no soñar e imaginar qué hubiera sido de Estudiantes y de nuestro baloncesto?”.

Las imágenes que publicó Gigantes para acompañar el artículo no tienen desperdicio.

La historia, más bien anécdota, a base de recordarla, va teniendo eco. Por ejemplo, el portal Fadeaway World la traducía al inglés, acompañándola de un montaje todavía más loco y anacrónico.