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Movistar Estudiantes, protagonista en L’Alqueria

20 junio 2018

La organización del torneo L’Alqueria del Minibasket, con MHL Sports, dedica en la previa del inicio un extenso reportaje a los dos clásicos de la cantera del baloncesto español: Movistar Estudiantes y Divina Seguros Joventut. Con el título «Del Ramiro a Badalona», repasa el trabajo de dos clubes hermanos dedicados a la formación de jugadores y personas a través del baloncesto, con declaraciones del recientemente nombrado Director Técnico de Cantera de Movistar Estudiantes, Íñigo de la Villa, y Jordi Martí, su homólogo badalonés.

Hay lugares que se parecen sin parecerse. Puertas mágicas que conectan sitios casi desde el alma. Cuando se recorre el anillo interior del Olimpic rebotan unas risotadas por las paredes. Esos ecos se distinguen igualmente en los bajos del Magariños. Idénticos. Es allí, en esa sala de juegos, en ese gimnasio de diversión donde nace esa conexión de mundos paralelos. Luego ese bote se hace mayor, como esos enanos del ‘babybasket’ se convierten en mini, en jugadores y jugadoras que trepan por su futuro por la escalera de la leyenda, de la tradición de cantera que hace de Estudiantes y de la Penya dos clubes gemelos en filosofía e historia.

El celeste de Madrid y el verdinegro de Badalona se mezclarán de nuevo en la Copa de España Alevín L’Alqueria del Minibasket. La presencia de sus equipos en la competición adorna con su buen hacer desde mini y realza la apuesta que ha hecho MHL Sports por generar la mejor competición posible en el calendario nacional. Y para conseguir ese objetivo contar con el Estudiantes y el Joventut es asignatura obligada. La historia, el presente y el futuro mandan. Jordi Martí, por un lado, e Iñigo de la Villa, por el otro, saben de lo que hablan. Por el cargo, primero (Jordi es Director Técnico del Joventut y a Iñigo le han nombrado hoyDirector de Cantera del Estudiantes), y por conocimiento de causa, segundo. Ellos han pasado por todos los escalones del escalafón. Desde entrenadores de mini hasta su responsabilidad actual. Saben de lo que hablan.

Dos de los caladeros de jóvenes talentos más importantes de Europa saben que los cimientos deben construirse desde bien temprano. El Joventut dispone de 17 equipos de su ‘Escuela’ de baloncesto. En Estudiantes corretean entre el Magariños, La Nevera y el Internado un total de 22 grupos de entrenamiento y 16 equipos de competición’, entre los que hay dos de desarrollo que serán los que visiten L’Alqueria convertidos en campeones de Madrid.

«La filosofía general del club en esta categoría sería tratar de acercar el baloncesto a cualquier niño que quiera jugar en Estudiantes, especialmente a los niños y niñas del colegio Ramiro de Maeztu. Si bien es cierto que tanto en masculino como en femenino contamos con un alevín de segundo año del área de desarrollo en el que el objetivo sería tratar de conjuntar en un mismo equipo los jugadores, tanto de escuela externa como del Ramiro, que entendemos que pueden tener un ‘talento’ más especial, así como algún jugador incorporado de fuera con unas características diferenciales», indica Iñigo de la Villa, exalumno del Ramiro y asistente dos años de un badalonés como Salva Maldonado en el equipo de Liga Endesa. Cruce de caminos.

La sensación de que todo empieza desde muy pequeñito es compartida. Esas canchas de baby son esenciales. No tanto para dotar a los jugadores de habilidades especiales, sino para contagiarlos de la pasión del baloncesto y de la esencia de un club especial. «Es una fase vital. Para nuestro club la Escuela es la primera piedra de la construcción de nuestros equipos de élite y además la esencia del club, por lo que el Joventut no sería nada sin su Escuela de basket. En esta etapa es básico trabajar todos los valores que podemos trabajar en formación y todos los valores de excelencia del club, que van a ser fundamentales para que lleguen al primer equipo», insiste Jordi Martín, que se incorporó al cuerpo técnico de la Penya en 1985 y fue Director de Cantera durante ocho años (2005/2013).

¿Y en qué debe centrarse la tarea en el minibasket? En la técnica individual. La respuesta coincide como un mantra. Dotar al jugador de herramientas valiosas en su proceso de mejora, dominar aspectos esenciales y dar libertad en el juego bajo unos conceptos básicos desde donde partirá su evolución. «Sin duda hay que centrarse en el dominio de la técnica individual y de los fundamentos. Además de la táctica individual y el desarrollo de estos fundamentos que se han trabajado de forma individual. Trabajar espacios y lecturas, comunicacion entre los jugadores…», señala como prioritario Jordi Martí.

En el otro lado del puente aéreo, Iñigo de la Villa añade un concepto esencial: el hábito de entrenamiento: «En Estudiantes le damos muchísima importancia a entrenar el hábito, ofreciendo una buena educación deportiva que pueda ser la base sobre la que asentar toda la carga de trabajo futura. Si hablamos meramente de conceptos técnicos, hablaría de desarrollar las habilidades del jugador con balón, agarre, desplazamientos, criterios de atención y en convertir el gesto técnico del pase en una herramienta para el juego», explica este técnico de 28 años que ha pasado por todas las categorías formativas del Estudiantes.

Formando formadores
La experiencia de haber vivido el proceso completo como entrenador de cantera hace que Jordi e Íñigo sepan que los formadores deben adaptarse al medio que entrenan. No es lo mismo lidiar con unos alevines que con un grupo cercano al profesionalismo. Y no todos los técnicos tienen madera para ponerse con las riendas de un ‘mini’: «Los entrenadores de mini no son los mismos que los profesionales que ganan Euroliga. Obradovic seguramente no podría entrenar a un alevín. En esa categoría hay que ser un profesor, disponer de mucha paciencia y de pocas ambiciones, porque lo esencial es, como buen profesor, ayudar a sus alumnos a crecer en la materia», opina el Director Técnico del Joventut.

Desde la calle Serrano se observa esa misma preocupación por formar formadores. Los primeros pasos no deben ser guiados por inexpertos, sino por entrenadores con capacidades especiales, como indica el nuevo director de cantera del Estudiantes: «El formador en esta etapa debe ser alguien plural y con perspectiva, capaz de abordar la globalidad y complejidad que supone trabajar con niños. Alguien que genere y transmita los buenos hábitos de los que antes hablábamos. Excelente en la capacidad de comunicación y que tenga muy claro que el foco debe ser dotar al niño de herramientas»,

L’Alqueria del Minibasket será esta semana (21 al 24 de junio) una nueva etapa en ese largo camino que afrontan los alevines de ambas entidades, «un broche de oro a la temporada», apunta Iñigo de la Villa. Un contexto ideal, en una instalación modélica, para seguir trabajando y divertirse. Porque ese verbo, esa emoción que produce sonrisas, es la clave de todo el éxito. Eso que despierta ese eco que comparten el Olimpic y el Magata. «Estos torneos son siempre interesantes y positivos para hacer crecer la ilusión y mejorar su formación. En el Joventut nunca nos pondremos a estas edades metas competitivas. Solo pasarlo bien, crecer y tener una experiencia más», concluye Jordi Martí.

MHL Sports