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¿Cómo os encontráis tras el mal partido en el debut, qué habéis hablado en el vestuario?
Fue un palo muy duro, jugamos muy, muy mal y lo sabemos. Ya en cuanto acabó el partido hablamos en el vestuario, ayer hablamos también. Estamos todos mentalizados, sabemos que tenemos que cambiar las cosas y que el primer partido fue un desliz. Ahora nos vienen dos partidos en casa que tenemos que aprovechar para quitarnos el mal sabor de boca y hacer nuestro juego de verdad.
Tener los partidos tan seguidos es bueno en esta ocasión, ¿verdad?
Sí que va a ser algo bueno, porque después del partido del otro día el tener solo cuatro días entre partido y partido nos sirve para para no pensar mucho y podernos quitar la espinita rápido y ya pensar en lo que queda de temporada.
Además, los dos partidos de esta semana son en casa. 135 días después volvemos al WiZink Center, delante de nuestra afición ¿hay ganas?
Sí, sí, hay muchas ganas de jugar ya delante de nuestra gente, de sentir de sentir el apoyo que nos dan siempre: esperamos estar a la altura-
¿Cuál crees que va a ser la clave para llevarse este partido contra Ourense?
Será clave, sobre todo, ser capaces de imponer nuestro juego. Creo que al final en Lleida fue algo que nos faltó y es lo que tenemos que hacer: poner nosotros el ritmo del partido, el juego que queremos hacer, tanto en defensa como el ataque. Por ahí va a pasar por ahí va a pasar el partido.
¿Qué dirías a la afición para animarles a que vengan tanto mañana como el domingo?
Que a pesar del primer partido, les diría que confíen en nosotros. Porque estoy seguro de que va a ser una temporada bonita, vamos a darlo todo para dar buena imagen delante de nuestra gente, y a hacer una buena temporada.
