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Zumosol, empresa española pero presente en Turquía, patrocinaba el partido. Y con la energía de un buen zumo de naranja empezaba Movistar Estudiantesante el equipo propiedad de la empresa cárnica Banvit: 15-3, con Alec Brown haciendo pupita bajo el aro, Suton haciéndola lejos y Vidmar errando tiros libres. Tiempo muerto turco tras cuatro minutos y medio. No encontraron la reacción que buscaban, y Movistar Estudiantes seguía jugando a placer.
Goran Suton se vistió de Michael Jordan de 2.08 y con perillita, haciendo de todo: triples, bajo el aro, tapones… 26-6 quedando dos minutos para acabar un primer cuarto de ensueño. Brizuela, Arteaga y Caner-Medley se sumaron al recital para el espectacular 32-10. El Jorge Garbajosa (el pabellón, no el presidente) aplaudía en pie a los suyos, que con un buen zumito digirió bien el filete turco.
Apretó la defensa del Banvit, pero los del Ramiro de Ardoz seguían en estado de gracia, llegando a ponerse +23: 36-13, recortaron los turcos pero “la segunda unidad” (Hakanson, Cvetkovic, Vicedo, Caner-Medley y Savané) aguantaba la ventaja: el sueco volvió a poner el 41-28 mediado el cuarto.
Un parcial visitante de 0-6, provocado sobre todo por la precipitación de quien se ve “on fire” y no quiere que pare el ritmo, provocó que Salva Maldonado decidiera, precisamente, parar, con 41-24 y 3:33 por jugarse. No había prisa. Aunque Movistar Estudiantes entraba en bonus y por ahí recortaba Banvit, dos chispazos de Landismo –pero del Landismo pausado y buscando la posición bien, no Landismo alocado- y una antideportiva de Vidmar que daba entrada al Brizuelismo ponían un claro 51-27 al descanso, la máxima ventaja del partido.
Pero estaba claro… no iba a ser suficiente. Zona para defender y Caloiaro para atacar (9 puntos seguidos del ex Obra) fueron los ingredientes que Banvit puso para frenar el rodillo (¿de kebab?) que había sido Movistar Estudiantes en la primera parte. 53-38 en cuatro minutos. Tiempo muerto. El mismo quinteto que había firmado el 15-3 de salida al inicio del encuentro no veía aro.
Tocaba dejarse los cuernos en defensa, pero el Banvit ya había entrado de lleno en el encuentro y Movistar Estudiantes no encontraba cómo pararlo: ahora era Kulig el que hacía estragos (54-47, parcial 3-20, 1:19 para acabar el cuarto, tiempo muerto). Torrejón de Ardoz rugía para despertar a los suyos. Edgar Vicedo, con dos peleadas canastas bajo aro, rompía la sequía cuando se habían encendido todas las alarmas. 58-49,6-23 de parcial, al acabar el terrible tercer cuarto.
Banvit había puesto en marcha la picadora, y con un 0-6 de salida empezó un nuevo partido: 58-54. Tiempo para gladiadores: como Nik Caner-Medley y Goran Suton. 62-54 y tiempo muerto a falta de 7 minutos.
El partido se jugaba a cara de perro, y si en la primera parte Suton parecía Jordan, ahora parecía LeBron, reboteando, anotando y echándose al equipo a la espalda en estos delicados minutos (67-58).
Un triple de Ludde Hakanson, que con el 6 al derecho también anota, daba aire a Movistar Estudiantes a falta de 5 minutos: 70-58. El base sueco jugó, por primera vez, los últimos minutos.
Vidmar y Taylor replicaban que habían remado tanto para rematar, pero Suton y Brown decían que no, que la parroquia estudiantil no se merecía otra remontada. 74-63 a falta de 2:15 minutos eternos para acabar.
Calma, buena defensa y el combo Suton-Brown terminó de sentenciar el encuentro, pese a que Movistar Estudiantes no es precisamente el mejor equipo del mundo atacando en estático y decidió jugar un último minuto dramático con el average en juego. 78-73 al final.
Ahora, con 8-5 a falta de una jornada, se abren más opciones: Movistar Estudiantes puede terminar líder del grupo C… o quedarse fuera. Las cuentas, el jueves cuando haya terminado la jornada. Para entonces el equipo ya estará pensando en el Divina Joventut. Pero esa es otra historia. Ahora a tomarse un zumito Zumosol para dormir frescos y felices.
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