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En la primera parte, todo salió bien. Junior Etou ya estaba en la convocatoria, pero el quinteto inicial no tuvo sorpresas: Cook, Brizuela, Vicedo, Caner-Medley y Whittington. Salió enchufado en defensa el conjunto colegial, dejando en 0 a los donostiarras durante los primeros tres minutos: 0-6.
Edgar Vicedo anotó de tres desde la esquina, pero cometió pronto la segunda falta así que se produjo el debut de Etou, al que se vio intenso y con ganas desde que saltó a pista. 6-9 mediado el primer cuarto. Whittington ponía el 8-13; Etou desde el tiro libre y el segundo triple de los tres que metió Cook en el arranque, el 11-18.
Se cargaba de faltas Delteco GBC, algo que aprovechó Movistar Estudiantes para sumar desde el 4.60 y mandar 18-23 al acabar el cuarto.
Hakanson, Brizuela, Clavell, Lampropoulos y Whittington iniciaban el segundo. La Mamba Vasca movía la bola para poner +9 a los suyos: 18-27. Fluía el juego estudiantil, y se sumaban al ataque Hakanson y Suton. 23-33, tiempo muerto de Valdeolmillos a 6:35 para el descanso.
Volvía Cook a pista y seguía el festival, con la versión más anotadora del de de Brooklyn: al descanso se plantó con 5/6en triples y fue el estilete que hacía falta para abrir brecha: 27-44. Se sumaron Clavell y Suton al concurso de triples colegial (13/20) para poner al descanso un contundente 31-53.
Y ojalá la crónica pudiera terminar aquí. Pero no. ¿Existe la maldición del tercer cuarto? Seguramente no y sea un topicazo, pero… ¡vaya mal tercer cuarto de Movistar Estudiantes! Delteco GBC desentumeció su muñeca para empezar, pero los colegiales lograban seguir sumando para que la ventaja no peligrase demasiado: 42-61, sexto triple de Cook.
Pero Burjanadze había despertado: 47-61 tras apenas 4 minutos. Mejor prevenir que curar, tiempo muerto. No sirvió: Delteco GBC había entrado de lleno en el encuentro: se pusieron a diez, 51-61, aprovechando las imprecisiones de Movistar Estudiantes. El parcial 35-20 en este nefasto cuarto dejaba todo abierto para el último periodo: 66-73.
El partido entró en un intercambio de canastas en el que sería crucial no perder la cabeza: 74-80, 7:30. Ya sabíamos de otras ocasiones que no queremos recordar que “40 minuti in Donosti son molto longui”, o como queramos decir que aquí nunca hay que dar ningún partido por ganado…
Y eso que Omar Cook estaba de récord, igualando con 7 su mejor marca en ACB: 75-85. Pero más lo estaba Burjanadze, demostrando todo lo bueno que se decía de él en la cantera del Baloncesto Sevilla: puso el 81-85 quedando 5 minutos y medio.
Whittington mantenía la calma desde el tiro libre (81-87) , pero Bobrov también (83-87). Instant replay. Tensión. Pitos del público y pitidos y no pitidos de los árbitros. Nervios. Quedaba un mundo (4 minutos) y podía pasar cualquier cosa.
Y Zeisloft anotó de tres a 3:20: 86-87. Dani Pérez culminó la remontada a 2:58: 89-87. Tiempo muerto con todas las alarmas encendidas.
Movistar Estudiantes intentó apelar a sus héroes cotidianos: Brizuela con un pasito atrás. Caner-Medley apareciendo desde fuera. 89-92. Pero hasta ahí. Bobrov y Dani Pérez sentenciaron: 93-92. Movistar Estu tuvo la última posesión, pero no la supo aprovechar.
Con esta derrota, Movistar Estudiantes se coloca con 9-17, y vuelve a tener muy cerca los puestos de descenso, lo que convierte en crucial el partido del próximo domingo 14 de abril a las 19:30h contra el Cafés Candelas Breogán.
