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“And now, the end is near
And so I face the final curtain…”
Ortego apostó por los centímetros para empezar el último baile: Selby, Menéndez, Rodríguez, Ginzo y Mariana González. Pero la altura no impedía correr: así llegaron las ventajas de un Movistar Estudiantes que hizo de la zona su hábitat natural en el arranque: 9-4 tras tres minutos. Clara Rodríguez se jugaba la salud para asistir a Mariana desde el suelo y poner el 15-9 mediado el primer periodo.
Embutidos Pajariel Bembibre no había venido a Madrid a ver El Prado y el Retiro por Semana Santa, sino a jugar al baloncesto. En un abrir y cerrar de ojos se pusieron a uno (17-16), a lo que respondió San Román con el primer triple de la tarde. Los tiros libres permitieron cerrar el primer cuarto por delante con una corta ventaja.
«My friend, I’ll say it clear
I’ll state my case, of which I’m certain
I’ve lived a life that’s full
I travelled each and every highway»
Toda la fluidez anotadora del primer cuarto se perdió en el inicio del segundo. Quirante, Bogicevic, San Román, Soler y Ginzo mantenían la intensidad defensiva, y en ataque apostaban más por tiros exteriores. Mediado el cuarto, el electrónico del Magariños mostraba únicamente cuatro puntos más que al acabar el anterior: 28-20. Eso sí, entre medias un “ooooh” invadió el Magata cuando Selby se sacó de la chistera una asistencia mágica para Soler.
Las bercianas sufrían ante la defensa estudiantil, pero aun así ante el menor amago de que se acercaran, Ortego paraba el encuentro (30-24). Selby se encargaba de que, al descanso, las “women in black” siguieran por delante en el último baile:
«I’ve lived a life that’s full
I travelled each and every highway»
Irene San Román abría la segunda parte con un bonito tiro en suspensión, mientras que la defensa seguía carburando para permitir el parcial de 5-0 que ponía la máxima ventaja colegial: 41-30. Tras tiempo muerto embutidero, el partido entró en una fase de intercambio de canastas (y fallos) que convenía a los intereses de las mujeres de negro: 44-36.
Movistar Estudiantes defendía como unas jabatas y dominaba el rebote con claridad. El resultado cuando pasa eso suele ser la victoria. Las ventajas rondaban la decena de puntos (46-36), y aunque Bembibre recortaba diferencias, el Estu jugaba con confianza. Canastón de Quirante para el 49-41. Rebote y canasta de Ginzo. Y triplazo de la base balear para poner la máxima diferencia al final del tercer cuarto: 54-41.
«And more, much more than this
I did it my way»
Corrían ambos equipos, baloncesto alocado para el último cuarto. Y eso también convenía a Movistar Estudiantes, que arrastrado por una afición deseosa de celebrar y que volvió a llenar el Magariños, seguía sumando y sumando. Mariana González y Celia Menéndez eran las encargadas de dejar claro a Embutidos Pajariel que no se iban a comer nada (64-51).
Los últimos minutos fueron ya de celebración. De exaltación de la amistad. De celebrar con buen sabor de boca una temporada con muchos sinsabores. Y dos pensamientos en la cabeza de todo el que pisó el Magata este miércoles santo: “qué corto se ha hecho” y “queremos volver a ganarnos estar en esta categoría”. 68-57.
Termina la temporada. Balance de 2-24 que supone el regreso a la LF2 tras una corta aventura en Liga DÍA . Gracias a los 13 rivales por el respeto que han mostrado en todo momento a nuestro equipo, pero sobre todo, gracias a la afición que, en todo momento, incluso una vez consumado el descenso, ha llenado el Magariños cada día.
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