
“Era un equipo muy unido, llevaban muchos años juntos, y había un gran espíritu de equipo, eran todos muy “amiguetes”, por decirlo de algún modo”, recuerda Javier Flores sobre la plantilla que ganó la Copa hace esta semana 10 años.
A Javier, junto a Rosalía Aranda, secretaria del club, le tocó organizar el desplazamiento de la afición. “A la Demencia, igual que vamos a hacer este año en Bilbao, les mandamos a una escuela de curas. Y la oficina completa, que entonces éramos muchos menos, fuimos a la Copa desde el principio. Entre 2 o 3 personas fuimos capaces de organizarnos bastante bien para que nadie se quedara sin acudir a los partidos”, recuerda.
¿Y qué tal sienta volver a vivir una Copa fuera de Madrid, clasificados matemáticamente, cinco años después? “Ha sido muy merecido ir, es justo que estemos en Bilbao porque se ha jugado bien y muchas de las derrotas han sido por muy pocos puntos”.
¿Hasta donde llegaremos? “Pues tengo la esperanza de al menos pasar el primer corte… ¿y por qué no dar la sorpresa y superar rondas?”.