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ANECDOTARIO TEMPORADA 2007-08 (I): LA COSA VA DE AUTOBUSES

27 junio 2008

Alrededor de cada partido de MMT Estudiantes se movilizan, además de miles de aficionados para disfrutar del espectáculo, centenares de personas para hacer posible que todo llegue a buen puerto. Con tanta gente, está claro que a veces pasan cosas que son, como mínimo, curiosas. Las repasamos en esta nueva serie de clubestudiantes.com

ANECDOTARIO TEMPORADA 2007-08 (I): LA COSA VA DE AUTOBUSES

Entre las anécdotas que suceden alrededor de cada partido de MMT Estudiantes las ha habido de todo tipo: divertidas, desagradables, que en el momento desesperaban aunque después se recuerden con una sonrisa…

ESTUDIANTES 112, SERVICIO DE EMERGENCIAS
Con la que empezamos el repaso no es precisamente de las divertidas. En la pretemporada, el equipo ACB se estaba desplazando a primera hora de la mañana en autobús a la localidad navarra de Tudela para disputar un encuentro amistoso contra el Tau Cerámica. Pero se encontró con un grave accidente de tráfico, a la altura de Guadalajara por la A-2: un vehículo se había salido bruscamente de la calzada, quedándose en la mediana.

Tal vez para hacer honor a la actividad del patrocinador principal del club colegial, los seguros de automóvil, mientras otros vehículos continuaban su camino por la autopista, el conductor del autobús colegial, Paco Faubell, de la compañía Esteban Rivas, se detuvo para, con el extintor, apagar el fuego que estaba comenzando a encenderse en el vehículo accidentado. Inmediatamente, el “trainer” Jose María Campo y el médico de MMT Estudiantes, Juan José Pérez trataron de atender al único ocupante del vehículo. Constataron que seguía con vida pese a estar inconsciente, pero no pudieron hacer nada más por él dado que estaba atrapado entre los hierros del coche.

Afortunadamente, enseguida llegaron los bomberos y una ambulancia, que indicaron a la expedición estudiantil que podía continuar su viaje hacia Navarra. El médico colegial, que reside precisamente en Guadalajara, intentó enterarse a la vuelta del viaje qué había sucedido con el herido, pero en la prensa local no constaba ningún accidente, y mucho menos ningún fallecido, por lo que suponemos que finalmente todo quedaría en un susto.

El médico de MMT Estudiantes, Juan José Pérez, en el centro.

LEY DE MURPHY: SI EL GPS PUEDE GUIARTE MAL, LO HARÁ
Otra de autobuses, desde luego con menos dramatismo. En el partido en Murcia contra el Polaris World, en la jornada 4, hubo algunos problemas de orientación para localizar el Palacio de los Deportes.

El encuentro se disputaba en domingo por la mañana, y por tanto la plantilla se había desplazado en autobús el día anterior. Lo habitual es que una vez que dejan a la plantilla en el hotel, los conductores vayan al pabellón para conocer al día siguiente la ruta correctamente ya que en los partidos matinales el tiempo se calcula al milímetro. Pero esta vez el conductor, novato en estas lides, puso toda su fe en la tecnología GPS… y ya saben que la única ley que siempre se cumple es la de Murphy. Efectivamente, el equipo llegó apuradísimo de tiempo al pabellón. Mientras, un grupo de aficionados que se cruzó a la plantilla subiendo al autobús en la puerta del hotel había tenido tiempo de sobra para desayunar en el centro de Murcia, llegar al pabellón y esperar la llegada del equipo.

Por cierto, ya que hablamos de Murcia, cada visita de MMT Estudiantes a esta ciudad tiene prórroga, haga lo que haga el equipo en la cancha: los chavales del Club Rayo Moratalla, vinculado a la cantera colegial, acuden siempre a animar a sus mayores, y antes de que se suban al autobús se hacen una foto de familia.

¡QUÉ PELIGRO TIENEN LOS AUTOBUSES DE LA DEMENCIA!
Seguimos con batallitas de autobuses, nuevamente omitiendo nombres… que se dice el pecado pero no el pecador. Uno de los pocos periodistas que habitualmente cubren en directo los encuentros de MMT Estudiantes se encontró sin transporte para cubrir el que disputaba la escuadra colegial en Valencia. Ni corto ni perezoso, y animado por uno de sus colaboradores habituales que antes que cocinero había sido fraile, se enroló en el viaje que organizaba la Demencia a la capital del Turia.

De todos es sabido que los dementes son unos chavales (y chavalas, pocas pero que también las hay) muy majos y muy amigables… pero lo que son los cánones de la vida sana no es que los sigan precisamente al pie de la letra y que son un tanto tocapelotas. Así, el mencionado periodista empezó el viaje intentando mantener las formas, sin borderías pero con seriedad.

Pero tras varias horas de cánticos y de prácticamente ser obligado a aceptar un trago de cerveza “para no hacer el feo” a los dementes, el “juntaletras” pasó a acabar comprando “litronas” para todos en una de las paradas. Eso sí, pese a todo, una vez en la Fonteta realizó su labor con total profesionalidad, aunque quizá en lugar de 10 jugadores en pista puede que viera 20.

Los dementes son majos y amigables… pero también tienen su peligro.