Barcelona 92. 25 años del que debía ser el colofón a la temporada mágica del Estu

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Si no habían tenido bastante con la Copa de Granada, la Final a Cuatro de Estambul y los impresionantes playoffs semifinales contra el Joventut de Badalona en Liga ACB, dos jugadores de aquel inolvidable Estudiantes de 1992 tuvieron el colofón de temporada con el que todo deportista sueña: unos Juegos Olímpicos, y encima en su propio país.

Juan Antonio Orenga y Alberto Herreros formaron parte de la selección española que disputó los Juegos Olímpicos de Barcelona ´92. ¡Hacía la friolera de 20 años, desde Gonzalo Sagi-Vela en Munich ´72, que ningún jugador estudiantil era olímpico!   El Pabellón Olímpico de Badalona era la sede del baloncesto en estos Juegos. El mismo pabellón en el que apenas un par de meses antes Estudiantes había jugado contra el Joventut unas espectaculares semifinales de Liga ACB a cara de perro  , presentaba ahora una bonita decoración con los dos azules… pero que no eran los estudiantiles, sino la oficial de Barcelona´92.   EL ANGOLAZO, FINAL DE UNA ÉPOCA
  Los mejores juegos de la historia para España, en cuanto a su posición en el medallero, sin embargo, fueron el final de una época gloriosa para el deporte de la canasta español: la larguísima etapa de Antonio Díaz Miguel –canterano estudiantil él- al frente de la selección española, que había llevado al basket hispano a sus mayores éxitos, como la plata olímpica de Los Angeles´82.   Pero España, en “sus” juegos y cuando a nivel de clubes dominaba Europa, no solo ni siquiera pasó de ronda sino que quedó en último lugar de su grupo, con el “Angolazo” (un contundente 83-63 ante el equipo africano) como momento más duro.   EL DREAM TEAM ORIGINAL Pero el baloncesto, sin embargo, fue uno de los deportes que más comentarios y atención acaparó en aquellos Juegos Olímpicos que comenzaron el 25 de julio de 1992. Y es que, por primera vez en la historia, se permitió la participación de atletas profesionales, lo que abrió la puerta a la participación de las estrellas de la NBA.   Hasta entonces, Estados Unidos había llevado a los juegos a selecciones universitarias, que solían servirles para luciar, unas veces con más problemas que otros, la medalla de oro olimpiada tras olimpiada. Pero las cosas estaban cambiando: el bronce en Seúl´88, por detrás de la URSS y Yugoslavia, y el cambio en la normativa olímpica hicieron que los mandatarios del basket estadounidense se esforzaran en crear el llamado “Dream Team”: el equipo de ensueño.   Este “Dream Team” está considerado como el mejor equipo de baloncesto de la historia. Ha habido ediciones posteriores que también han ganado medallas y que han contado con algunos de los mejores profesionales NBA estadounidenses. Pero como el de Barcelona´92, ninguno.   Michael Jordan, “Magic” Johnson, Larry Bird, Charles Barckley, John Stockton, Karl Malone, Clyde Drexler, Patrick Swing, Christian Laettner, Chris Mullin, Scottie Pippen y David Robinson fueron los componentes de aquel equipo que ganó el oro venciendo con contundencia y espectacularidad sus 8 partidos, y que superó en la final a la Croacia donde jugaba un tal Danko Cvjeticanin que no tardaría mucho en ser uno de los mayores ídolos en Serrano 127.   UNA DERROTA DULCE La España en la que encontramos a Juan Orenga y Alberto Herreros fue uno de las víctimas de aquel Dream Team. En el último partido de la primera fase, el Olímpico de Badalona se llenó pese a que las opciones de España eran nulas, para ver el espectacular 122-81 con el que terminó el encuentro.   Ambos jugadores estudiantiles anotaron 6 puntos. Herreros fue titular, emparejado con Clyde Drexler o Michael Jordan, mientras que Orenga salió desde el banquillo y le tocó bailar con gente como Malone o Laettner en la pintura.   Para la prensa, que ya había “azotado” a la selección española, merecidamente, por el papel durante el resto del torneo olímpico, la derrota frente al “Dream Team” fue lo más normal e incluso consideraron que el papel, pese a los 41 puntos de diferencia, había sido digno. “La derrota más dulce de un equipo roto” tituló Mundo Deportivo, por poner un ejemplo.    Estados Unidos se llevaría el oro, claro. Y la plata fue para una recién nacida Croacia en la que destacaba alguien que pronto se convertiría en ídolo en el Ramiro de Maeztu: el «Yeti» Danko Cvjeticanin. Pero esa… es otra historia.