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Bilbao helénico

25 noviembre 2011

Tres historias griegas que se cruzan a orillas del Nervión: las del técnico Fotis Katsikaris, el alero Kostas Vasileaidis y el pívot Dimitrios Mavroeidis. Recuperamos este artículo publicado a finales de la temporada pasada en la previa del partido contra Bilbao Basket y que sigue teniendo sentido.

Bilbao helénico

Tres historias helenas que se cruzan a orillas del Nervión: las del técnico Fotis Katsikaris, el alero Kostas Vasileaidis y el pívot Dimitrios Mavroeidis.

 

FOTIS KATSIKARIS, EL LEÓNIDAS DEL BBB

El particular general Leónidas del Bizkaia Bilbao Basket no es espartano, sino ateniense: de nacimiento, en la cercana Koridalos en 1967, y deportivamente: la mayor parte de su carrera como jugador fue en el AEK Atenas (1990-96), y sus inicios en el banquillo, también. Primero entrenador ayudante junto a mitos como Ivkovic y Sakota en uno de los mejores periodos de su historia (entre 1998 a 2003, en los que ganaría una Saporta, una liga y dos copas) y después sí, como primer entrenador, consiguiendo el subcampeonato griego de 2004-05.   Pero en 2005 pasó de hombre de club a hombre de mundo, cual Ulises. Primero se embarcó en la Odisea rusa, haciéndose cargo del emergente Dínamo de San Petersburgo, que aspiraba a convertirse en una de las alternativas a la hegemonía del CSKA, pero que acabaría quebrando en su segunda temporada, con la liga bien avanzada.   LA ODISEA ACB
Poco tardaría Katsikaris en encontrar acomodo a orillas del Mediterráneo, con su primera Odisea ACB: relevó en la jornada 7 de la temporada 2006-07 a Ricard Casas en el entonces Pamesa Valencia. En el siempre exigente conjunto taronja disputó siempre los playoffs, pero tras seis jornadas de la campaña 2008-09, con un balance de 3-3 y tras una derrota en casa contra Manresa, fue destituido. “Tenemos que despertar todos”, justificó el entonces presidente Manuel Llorente.  Despertaron. De la mano de Neven Spahija. Pero esa es otra historia.   Pero muy poquito duró en el paro Fotis. Regresó a Grecia, a otro histórico club que viste de amarillo y negro… pero en la otra gran ciudad helena: Salónica. En el Aris tuvo otra salida antes de acabar la temporada: solo duró media temporada, pero porque llamó a sus puertas el Bizkaia Bilbao Basket.  “Dimisión por motivos personales” unos días después del cese de Txus Vidorreta en el conjunto bilbotarra, se anunció enla web del Aris.   SACAR DEL HADES AL BBB

Katsikaris no tiene aspecto de lo que es: todo un general espartano, aunque sea de Atenas

La ACB era la prioridad de Fotis, y el reto de sacar del Hades  (o siendo más estrictos al tártaro… ) al Bilbao Basket resultaba suficientemente atractivo. Katsikaris le dio un nuevo aire a un Bilbao Basket que, en la temporada de “su” Copa en el BEC, en la campaña de los fichajes de relumbrón y del paso adelante… acabó la primera vuelta en puestos de descenso y terminó la liga noveno, con opciones de playoff hasta la jornada 32, con Asefa Estudiantes precisamente como verdugo. Una auténtica resurrección. Además, en la vecina Vitoria-Gasteiz disputaron las primeras semifinales de Eurocup, que por cierto ganó el Valencia de Spahija.   El Bizkaia Bilbao Basket buscaba con Katsikaris un proyecto a largo plazo, como el que tuvo desde su fundación con Txus Vidorreta. Y al particular Leónidas del BBB no tembló el pulso para, si era preciso para reconstruir el club, llevarse por delante a uno de los dioses del joven Olimpo del BBB: Javi Salgado.   De momento, la reconstrucción va según lo planeado: clasificados para los playoffs lo que garantiza su vuelta a Europa, van sextos, pueden terminar quintos…  


  

DIMITRIOS MAVROEIDIS: EL COLOSO DISCRETO CAMBIA DE MAR

Después de toda una vida a orillas del mar Egeo, el coloso de, primero, Peristeri y después Panionios y Maroussi, cambia por primera vez de aires: los del mar Cantábrico. Pero la carrera de este pívot ateniense de 2,08 metros y 26 años ha estado siempre vinculada a estos dos clubes humildes de la periferia de Atenas.   Se formó en las categorías inferiores del Peristeri, con los que debutó en la primera división griega, la HEBA, en la campaña 2003-04, mientras se ganaba también un nombre en las categorías inferiores de la selección griega.  

Poco ruido y  muchas nueces

SIEMPRE «CURRANDO» EN LA PERIFERIA
Tras el descenso de su club de toda la vida y una campaña en la A2, regreso a máxima categoría, a otro club de la periferia ateniense: el Panionios, donde terminó de asentarse en la liga griega. Así, llamó la atención de uno de los clubes que supo subirse a las barbas de los omnipotentes Olympiakos y Panathinaikos y desplazar a los clubes de Salónica: el Maroussi.   Allí, a las órdenes de Soulis Markopoulos, se hizo definitivamente un nombre en el gran escaparate que fue para él y el Maroussi la Eurocup, primero (segunda ronda en 2008/09) y la Euroleague al año siguiente (dieron guerra y llegaron al Top 16).   EL SUEÑO ACB
Llegó el momento entonces de cumplir “un sueño”, como declaró en su presentación con el Bizkaia Bilbao Basket: la ACB.  No ha hecho mucho ruido, discreto, pero cumplidor, como siempre, todo un pívot de la vieja escuela: 5.9 puntos y 4.2 rebotes para 7.7 de valoración en 33 partidos, en los que ha promediado 18 minutos siendo titular 16 ocasiones Esto le convierte en el quinto jugador más valorado del equipo. Pero sin hacer ruido.    


 

LOS 12 TRABAJOS DE KOSTAS VASILEADIS

En cambio la discreción, al menos dentro de la pista, no es el fuerte de Kostas Vasileaidis. El alero de Salónica, formado baloncestísticamente en el PAOK, lo dejó bien claro en su última visita al Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid. Peinado con una cresta que ríase usted de los Exploited  realizó una de las mejores exhibiciones individuales del torneo del KO disfrazándose de Heracles para poner él solito contra las cuerdas al archienemigo, a los particulares espartanos, del Bizkaia Bilbao Basket: el Caja Laboral: 31 puntos (incluyendo 7 triples, uno de ellos desde el centro del campo) para 26 de valoración. Al final tocó tragedia: otra vez el Baskonia pudo con el Bilbao Basket. Pero vaya partidazo.   Aunque esa no ha sido la tónica habitual del bueno de Kostas vestido de negro vizcaíno. Aunque una pancarta en el Bilbao Arena proclama que allí la ley que se cumple es “la ley de Kostas”, sus promedios han sido mucho más discretos: 8.6 puntos para 7.5 de valoración media.   DE SALÓNICA A MÁLAGA … Y A SALÓNICA
 

«En la cancha lo único que hago es ser yo mismo»

Antes de desembarcar en Bilbao, el argonauta de Salónica ha tenido que vivir una Odisea de trasiego de equipos constante desde que saliera de su PAOK (6 temporadas seguidas en el club blanquinegro). Un remedo de los 12 trabajos que tuvo que pasar Heracles como penitencia.  Fichó, pero no fichó, por el Unicaja en 2005-06: firmó por cuatro años, contando él con 21, gracias a sus destacadas actuaciones en la liga helena y en las selecciones inferiores de Grecia, pero no se incorporó.   El club malagueño prefirió cederlo a su club de origen, recuperarle para playoff, tenerlo una temporada, volver a cederlo… una locura, pero que le permitió ganar su único título de clubes, la liga de 2006. “Ya es malagueño”, le cantaban sus compañeros en la celebración del título. Carlos Cabezas dijo que jamás había visto integrarse antes a un jugador en una ciudad y en un equipo como Kostas.   En 2007-08, la peor traición que puede cometer un jugador de Salónica: irse al Olympiakos del Pireo. Pero no importó, tras tener menos protagonismo del esperado, volvió a casa: otro añito en su PAOK… pero salida precipitada. “Había problemas económicos y dejé el club sólo para salvar la situación y que con ese dinero se pudese pagar a otros jugadores hasta el final de campaña”, explicaba en una entrevista con Dani Barranquero en ACB.com. La otra mitad de la temporada 2008-09 la jugó en la lega, en el Premiata Montegranaro. Definió ese año como “el peor de mi carrera”.   MITO EN COMPOSTELA
Pero Kostas se recuperó. Los héroes griegos siempre vuelven. Lo hizo convirtiéndose en uno de los líderes de un equipo que debería ilustrar la palabra “tenacidad” en el diccionario: el Obradoiro. Un equipo que tuvo que pasar de primera nacional a ACB gracias a una sentencia judicial que llegaba dos décadas tarde, y que tuvo en Vasileaidis a uno de sus grandes ídolos. 16 puntos , 3.8 rebotes y 2.2 asistencias: jugador de la jornada 25, regreso a la selección absoluta… y no fue alcalde de Santiago porque no era año electoral, que si no igual también…   Tras el descenso del Obra, en Bilbao ha seguido siendo uno de los jugadores con más garra, con más gestos de cara a la grada, uno de esos jugadores que tanta falta hacen en cada equipo para levantar a la afición cuando las cosas van mal. “En la cancha lo único que hago es ser yo mismo. Y nada más. No hay secreto, yo siempre trabajo así. Deseo que nuestros seguidores nos ayuden a ganar. Eso sí, en mi vida soy algo más relajado, me paro a hablar con los aficionados. Soy un tipo tranquilo, nada especial”. Quién lo diría.

Santi Escribano
clubestudiantes.com