Blog de campus. Donde el viento da la vuelta

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Todos hemos oído o dicho alguna vez, cuando algo está lejos que “está donde el viento da la vuelta”. Hoy sábado el viento ha dado la vuelta en el albergue de Sierra Nevada, donde descansa el personal del campus y el ruido que ha hecho ha provocado que muchos de nosotros hayamos despertado antes de sonar la música que marca el inicio de la jornada.

El albergue es un sitio con cierta magia. Desde 1998 acoge de forma hospitalaria el desarrollo del campus y seguramente sin muchas de las facilidades que ponen hace tiempo que hubiésemos tenido problemas para mantener el privilegio de subir a Sierra Nevada unos días al año. Al principio era un edificio con aspecto antiguo, no muy grande en ninguna de sus instalaciones, con unas ruidosas camas de madera y una comida “batallera”. El paso del tiempo lo ha convertido en un espacio en donde es muy fácil estar cómodo, con una ampliación que permitió al estu aumentar el número de plazas ofrecidas y con un menú mucho más sabroso. Sus pasillos están decorados con fotos de la mayoría de turnos del campus y cada vez que te paras a mirar alguna descubres alguien que te devuelve extraordinarios recuerdos. Pero lo más importante son las personas. Recepción, cocina, mantenimiento, limpieza, siempre están dispuestos a responder positivamente a las necesidades, que son muchas y permanentes, de la gente del campus. Empieza la jornada y nos vamos a la montaña. Crema para el sol y el viento, que mientras da la vuelta nos coge de paseo y nos puede estropear la semana. La mala noticia es que una jugadora ha sufrido una pequeña reacción alérgica y no ha podido subir. La buena que solo ha sido por precaución y ha desarrollado algunos entrenamientos con otros grupos. Durante toda la excursión hemos sufrido aire a mucha velocidad que ha impedido que hayamos disfrutado al máximo de la actividad. Afortunadamente la experiencia de Raúl e Inés, monitores encargados de la misma, ha hecho que todo funcionase a la perfección. La última hora la hemos dedicado a montar las “stop motion” que son algo así como películas hechas con fotos que luego vemos pasar muy deprisa. Después de algunos resbalones sin importancia, y de estirar, ducha y a comer para aprovechar el tiempo de descanso. Mientras tanto se inaugura la temporada de baños. Compartimos piscina con nadadores profesionales por lo que debemos ser extremadamente cuidadosos. La cuestión es que junto con un nadador preparando los Juegos Olímpicos te puedes encontrar con Fito, que por supuesto no se va a bañar, con un gorro de natación muy favorecedor. Fito entrena el “grupo especial” formado por jugadores y jugadoras de Estudiantes, y con una progresión que debe ser cuidada. Por eso entrenan con Fito. A las 16:30 h. se reanuda la actividad. Si tienes sesión específica de tiro, a las 16:00 h.. Baloncesto (entrenamiento o competiciones) o taller. Puede que toque Gloria enseñando a bailar capoeira. Ella lo hace de manera asombrosa. Acaba la tarde y nos preparamos para una nueva velada. Los mayores salieron al parking del albergue a aprender a observar las distintas constelaciones que en la fría y despejada noche que ha tocado se podían vislumbrar y los pequeños desarrollaron diferentes concursos. A la hora habitual tocan retirada. Llevamos un día más pero no estamos más cansados. Con el descanso de los jugadores empieza la última parte del trabajo de entrenadores y monitores preprando la jornada siguiente. Los entrenadores recibimos una charla didáctica sobre Reanimanición CardioPulmonar de Carlos el médico en la que entre otras cosas y gracias a Pere Estefanell, hemoa aprendido que en los grandes almacenes no se venden desfibriladores aunque él quiera. Tras esta constructiva actividad finaliza la segunda jornada del campus de Sierra Nevada. Seguimos construyendo a pesar del viento.