
Segundo día completo de campus. Ya estamos inmersos en esta maravillosa rutina. El viento dio la vuelta y se fue, aunque todavía hace un fresco importante.
Hoy hemos conocido un nuevo taller. El taller de Grafiti. Óscar, el monitor responsable, propone como tema el campus y el estu para que los jugadores plasmen en un folio con sus manos como sienten y perciben todo lo que rodea al club.
Por supuesto los entrenamientos se desarrollan ya en un nivel alto, tanto por parte de los jugadores como de los entrenadores, que ponemos lo mejor de nosotros para que cada jugador consiga mejorar cualquier detalle tanto de su técnica individual como de sus capacidades tácticas, tanto en beneficio propio como para el colectivo.
A pesar de que no llevamos mucho tiempo han empezado a aparecer las primeras necesidades médicas y de fisioterapia. Nada grave y por supuesto nada que Carlos, el médico, Gabi el enfermero y Marta con Alicia, las fisios, no sean capaces de solucionar a la mayor brevedad para que todo el mundo pueda disfrutar sin parar. Un vendaje, un poco de reposo para los fatigados y a seguir con la actividad. Esperemos que esto sea lo más grave.
La tarde de hoy ha sufrido alguna modificación horaria debido a la disputa de la final de la Eurocopa de fútbol. Se han adelantado 15 minutos las actividades para poder disfrutar de la misma, o no. Se ha creado un comité nofutbolero para quién no tenga ese ímpetu balompédico.
Lo más destacado de la tarde ha sido el taller de arbitraje. Gonzalo lleva nueve años dirigiendo dicho taller. Esta semana le ayudan José, árbitro de categoría Adecco oro, Víctor, de categoría nacional y Ana, la debutante, auxiliar de mesa del comité madrileño. Después de nueve años, este taller sigue presentando la figura del árbitro como lo que es: un deportista que entrena, física y mentalmente, que estudia y se mantiene siempre actualizado respecto a la evolución del reglamento y su aplicación. A través de unos vídeos tutoriales de F.I.B.A. presentan algunas reglas importantes a los jugadores y después les hacen un test para comprobar la comprensión adquirida. Habitualmente hemos disfrutado de la presencia de un árbitro de la liga A.C.B. dispuesto a explicar desde un punto de vista más profesional algunos aspectos del arbitraje pero este turno por diversos motivos no ha sido posible. Y como dicen ellos, con razón, “los árbitros también saben sonreír”.
Se adelantó la cena. Aparecieron los gorros, las caras pintadas, las camisetas de la selección. ¡Juega España! La sala de televisión del albergue llena con casi todos los jugadores y demás asistentes al campus. Otros prefirieron jugar a las cartas o adelantar parte del trabajo pendiente. Por supuesto cada gol de la selección era una explosión de euforia. Y ganó España.
Entre alegría y música se fue diluyendo el día. El tercero. Uno menos para terminar, una experiencia más que meter en la mochila.