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La tarde se presenta fría como corresponde a estas fechas en la que estrenábamos año y cita con el baloncesto profesional. De mar de fondo, las posibilidades de la Copa del Rey. El contrincante pinta feroz: Caja Laboral acumula doce victorias consecutivas entre liga ACB y Euroliga.
Sin embargo, y pese a esto, la gran familia del equipo alevín Tariq Kirksay se encuentra en los alrededores del Palacio de los Deportes antes de lo normal y con un ánimo fuera de lo normal.
Víctor ha convocado al equipo para que salga a la pista en los tiempos muertos. La ilusión es enorme. Gracias al club, podemos desfilar (van ordenadamente en fila los chicos) hasta la primera línea de asientos, delante de la demencia, donde aguardarán su turno. Gritan, se empujan, se cambian de sitio, lo observan todo… Se hacen, si cabe, más grupo cuando todos exhiben la cinta roja que Tariq les ha regalado (al finalizar el partido el jugador les lanzará la que ha llevado durante el encuentro).
Los chicos salen tres veces: corren como locos hacia la canasta contraria, un lógico y divertido caos participa en su juego y, por supuesto, se producen algunas canastas aplaudidas por el público. El enfrentamiento sigue su curso y los chicos participan de la demencia animando como posesos.
El partido, de poder a poder, se inclina en los últimos segundos a favor del Caja Laboral. La Copa se aleja pero no está todo dicho. Y como sorpresa final, los chicos pasan al interior del palacio, y a pie de puerta de los vestuarios se fotografían con Tariq Kirksay. Un bonito regalo de Reyes. Os dejamos con un vídeo especial para una ocasión especial.
