
Nos citamos en el ya mítico pabellón de El Arroyo a las 17:30 para jugar contra el Junior B de Fuenlabrada. Ambos nos encontrábamos invictos, a priori tenía todos los ingredientes para ser un partido súper emocionante, lo más seguro es que de éste choque saliese el campeón de grupo que más tarde ascendiese a A1 «B».
Enmanuel Hernandez, y yo (Daniel Molina) entramos en el vestuario, un estruendoso aplauso estalla en su interior, «los jugadores están motivados» pensamos. Tras la motivante arenga del entrenador salimos a calentar, con la única baja de Adrián por enfermedad y con el alta de Bryant (Cadete A). El quinteto inicial formado por Lucas, Miguel, David, Manuel y Sebastián salta a la cancha, el equipo local abre el marcador. Los primeros minutos son de dominio de los de casa, quienes logran imponer su ritmo con contraataques rápidos y con canastas fáciles por la escasa defensa del 1×1 de nuestros jugadores exteriores que estaban excesivamente relajados, además también dominaban el rebote pese a que 3 de nuestros jugadores superaban los dos metros ya que ellos lo buscaban con dureza y nosotros no lo cerrábamos. Tras hacer algunos cambios y pedir un tiempo muerto conseguimos darle la vuelta al marcador y terminar el primer cuarto por delante con una diferencia de 2 puntos. El segundo cuarto salimos algo más espabilados logramos bastantes canastas rápidas de contraataques gracias a algunos robos en la linea de pase de nuestros jugadores exteriores más pequeños y logramos que a ellos les cueste más anotar haciendo menos concesiones de rebotes ofensivos y negando el centro en las penetraciones, terminamos el cuarto 13 arriba. La segunda mitad conseguimos jugar algo más ordenados en ataque, aunque seguimos algo despistados en defensa. Su presión obligaba muchas veces a que nuestros interiores Hector y Manu tuviesen que subir el balón. Logramos entonces la máxima ventaja del partido 24 puntos, que termina pronto debido a una racha de acierto al comienzo del 4º cuarto del conjunto sureño comandado por Sergio García con dos triples consecutivos. El resultado final de 64-81, no deja tranquilo al cuerpo técnico, que piensa que su equipo no ha jugado todo lo bien que lo puede hacer, fruto de una relajación excesiva y del incómodo conformismo que transmitieron algunos jugadores durante el partido. A PONERSE LAS PILAS CHAVALES!!!