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El pasado verano, Dusko Ivanovic perdía piezas claves de una plantilla compacta. Rehacerse después de este tipo de salidas es duro, pero cuando se pierde a hombres que son emblema de la casa como Sergi Vidal o Pete Mickeal se ha de reaccionar rápido. Al montenegrino le gustan los hombres con carácter, y para cubrir esas bajas ha encontrado gente que se ha adaptado a las mil maravillas al proyecto y a su estilo de juego.
FERNANDO SAN EMETERIO: CON MÁS CONFIANZA Pensemos por momentos en la pasada campaña y en el último verano; pensemos, tan solo un segundo, en la pasada temporada de Fernando San Emeterio. ¿Cuantos dirían que el cántabro sería, este curso, uno de los estiletes del Caja Laboral y hombre de plena confianza de Ivanovic? “San Eme” se pasó el verano dudando sobre su destino, pero la salida de Sergi Vidal hacia el Real Madrid cerró el culebrón y dio lugar a un año mágico, con rumores de selección incluidos.
San Emeterio es un alero rápido, capaz de montar por si mismo una contra dada su capacidad de cargar al rebote con su potencia física y finalizar como se le pida: los servicios prestados como estilete ofensivo en Valladolid y Girona le avalaban antes de llegar a Vitoria, donde se ha aplicado mucho más en defensa ¿El resultado? La mejor temporada por valoración de su carrera, con una media de 13.3 puntos en mas de 30 minutos por partido. Su papel en esta serie será polivalente: si bien será uno de los más buscados de cara a canasta, su presencia física puede meter en algún apuro a los aleros colegiales. CARL ENGLISH: LA EVOLUCIÓN DEL «CAPITÁN CANADÁ» A pesar de la dura mudanza (toda su carrera NCAA en Hawaii y dos años en Las Palmas), el canadiense Carl English se siente como en casa en Vitoria. Cierto es que sus cifras ya no son las que conseguía en el Gran Canaria, pero mantenerse en unos números cercanos a los anteriores cuando se ha bajado dos o hasta tres enteros en el peso específico de un equipo tiene muchísimo mérito.
English es lo que es: un “shooter” con un gran físico y cierta contundencia ofensiva, un jugador seguro en su juego y una apuesta interesante desde mas allá del arco de 6,25 (prueba de ello es su 43% de media en el tiro, una cifra que le coloca en el Top 10 de la competición). El que fuera el gran pero de English en su paso por Las Palmas parece ser cosa del pasado: en este último año ha mejorado tanto en defensa que ha terminado por coronarse como uno de los hombres de confianza de Ivanovic… aunque pensando en quien fue su predecesor y lo poco que aportaba atrás (Igor Rakocevic), esto es algo comprensible. Al igual que San Emeterio, su físico le puede ayudar en la defensa de los aleros colegiales. WALTER HERRMANN: VOLVER A EMPEZAR No es plato de buen gusto para nadie dejarlo todo para estar lejos de tu gente sin hacer gran cosa. Hay quien disfruta con la vida de “banquillero” en la NBA, pero Walter Herrmann no es de esos: su carácter ganador ha podido con muchas pegas (el haber perdido su condición de nacional en la ACB, por ejemplo) y su regreso a la liga española de la mano del Caja Laboral está siendo escalonado: se perdió prácticamente toda la primera vuelta tras una operación de rodilla y su incorporación a la disciplina baskonista terminará por verse en este playoff.
Su pericia para defender a aleros altos o a cuatros abiertos es clave en un Baskonia que tiene problemas para encontrar un ala-pivot suplente: con un hombre polivalente como el argentino, este problema está en parte solucionado, aunque tendrá mucho trabajo en las posibles próximas rondas. Aunque ya no amenaza tanto como antes, sus penetraciones siguen siendo marca de la casa y cada vez es mas difícil quitarle el balón de las manos; la que fuera su arma secreta (el tiro de tres) se ha visto poco en esta temporada, pero poco tardará en volver por sus fueros. Su mejor partido en este curso fue, precisamente, contra el Asefa Estudiantes: en la victoria de los colegiales en el Madrid Arena, el argentino acabó el encuentro con 22 puntos y un 4/10 en triples. BRAD OLESON: LA «MONEDA» MÁS DESEADA La vida y el baloncesto son así de radicales: a veces pasa que uno de los hombres mas deseados por los 18 equipos de la competición se convierte en una manera de abaratar costes en una operación importante. Brad Oleson pasó de Fuenlabrada a Vitoria sin jugar ni un minuto en el Real Madrid y, la verdad, parece haber notado el cambio de manera muy radical: no es, ni por asomo, el jugador que destacaba en el Alta Gestión Fuenlabrada, pero no por ello deberíamos de descartar a un jugador con una capacidad de sacrificio y que poco a poco se ha ido ganando al público del Buesa Arena.
Está claro que mucho le costará al de Alaska volver a los niveles que se vieron cuando lucía la camiseta naranja del “Fuenla”, pero creo que todos sabemos de lo que es capaz Oleson en un día dulce. Es quizás el peor defensor del juego exterior baskonista, y esta puede ser una de las claves del juego ofensivo colegial: percutir en sus compañeros y buscar que tenga minutos… aunque siguiéndole de cerca al otro lado del campo.
