
…de aplaudir al DKV Joventut. Llevaba tiempo sin ver a un equipo de baloncesto jugar de semejante manera. Esa canción de “esto, esto es baloncesto” coge más sentido que nunca después de ver la exhibición de la Penya ante el Pamesa.
“Somos la cuna del baloncesto, tenemos cantera y no fútbol”. Ese es uno de los cánticos de los aficionados verdinegros. En catalán rima y todo. Y resume a la perfección una de las razones por las que una buena parte de los seguidores de MMT Estudiantes tienen claro qué equipo prefieren que levante la Copa mañana domingo en el Fernando Buesa Arena. Nos suena mucho eso de “tener cantera y no fútbol”.
Y si de la cantera salen dos bestias como Rudy Fernández (20 puntos en 23 minutos) y Ricky Rubio (“¡Ricky Ricky abusón!” que le cantan) la cosa se torna en maravilla. Lo de ayer del DKV Joventut fue increíble. No tanto por el resultado, 84-59, sino por la forma de hacerlo. Pamesa Valencia parecía un muñeco en manos de una Penya que hizo del espectáculo su forma de ser. Lo dicho, aun me duelen las manos de aplaudir.
Entre tanto triple, canasta imposible y recuperación de balón a base de “testiculina”, el mejor ejemplo del rodillo que fue la Penya ante Pamesa son los dos “alley hoops” consecutivos que metió Moiso a pase de Rudy Fernández. El ex estudiantil Rubén Garcés, se tuvo que limitar a ser víctima del “showtime” badalonés. En el otro partido, perdió el Akasvayu Girona. Y no debutó Iker Iturbe con su nuevo equipo.
Hoy tenemos un derbi vasco que tiene una rivalidad más encarnizada de lo que uno se imaginaba. No es tanto por temas deportivos, que al fin y al cabo el iurbentia se ha hecho grande esta temporada (y tan grande, todo sea dicho, qué clinic de dirección desde el banquillo dio Txus Vidorreta el jueves a Dusko Ivanovic), sino por los típicos piques regionales (en estos momentos escuchamos cantar a la afición baskonista un “bilbaíno el que no bote”).
Desde el punto de vista del aficionado colegial creo que nos da un poco igual quien gane. En Vitoria, como ya decíamos ayer, MMT Estudiantes es un equipo muy querido, más aun con Perasovic como técnico. Pero en Bilbao, en su reciente periplo en ACB, el Estu también ha sido muy bien recibido y, sobre todo, fueron los últimos afortunados en disfrutar de Nacho Azofra como jugador. Gane quien gane, los colegiales estaremos contentos. Lo importante es que sea un partido bonito y emocionante.
Y por otro lado, un partido del que, yendo incrustado con las tropas verdinegras en la noche gasteiztarra, uno saca una clarísima conclusión. Los aficionados vitorianos quieren que la Penya vuelva a sacar el rodillo.
PD: Entre anoche y hoy mismo ya camino del pabellón me han vuelto a repetir otra decena de veces la lástima que sería para la ACB que MMT Estudiantes descendiera. Incluso un madridista. Y no hablemos ya de lo bonito que resulta oír un atronador “Estu-diantes” sin venir tampoco mucho a cuento.