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Curtis Borchardt, el MVP de la constancia

2 mayo 2012

Uno de los grandes peligros del Blancos de Rueda Valladolid, es sin duda Curtis Borchardt. El americano ha vuelto a sentirse jugador de baloncesto después de más de un año apartado de las pistas por culpa de las lesiones que le han atormentado durante toda su carrera. Ha ido de menos a más y por momentos en Pisuerga recuerda al jugador que deslumbró en Granada.

Curtis Borchardt, el MVP de la constancia

10 de Abril de 2010, Rouen, Francia. El Lyon-Villeurbanne caía en la Jornada 26 de la LNB francesa ante el equipo local por un marcador de 87-80. A priori un partido más dentro de la exigente competición nacional, pero para un hombre supuso mucho más.

Uno de los pívots más dominantes en la última década de la ACB, Curtis Borchardt, cayó lesionado después del mismo, y ese fue su último partido en más de un año hasta que el 3 de Enero de 2012 reapareciera en nuestra liga, precisamente, ante Asefa Estudiantes.   Aquel jugador que con la ilusión del primer día saltaba a la pista del Palacio de los Deportes, pese a los meses de inactividad, ya dejó muestras de su calidad con unos movimientos de pies y una potencia que sorprendieron desde sus inicios en el High School.   Casi 5 meses después, Curtis ya es el jugador más valorado del Blancos de Rueda Valladolid y acumula un MVP gracias a las actuaciones que, lejos de ser tan arrolladoras como en su etapa en CB Granada, confirman que pese a todo tenemos Borchardt para rato.   Algo que pocos se imaginaban después del calvario que el americano pasó desde que dejó la liga francesa. Algo en lo que muchos confiaban después de que desde su etapa en Standford haya mostrado una superación y una constancia claves en su evolución como jugador. En definitiva, algo que todos esperaban por el bien del baloncesto. La carrera del MVP de la constancia.   DOMINANTE EN GRANADA Y es que desde sus inicios, Curtis ha tenido en las lesiones el denominador común en todos los equipos por los que ha pasado.   Tras deslumbrar en la universidad de Standford, el jugador fue drafteado en 1º ronda del Draft de la NBA, pero en sus casi 2 años en los Jazz, donde perdió la mayoría de los partidos que disputó, apenas pudo disputar minutos debido a sus continuos problemas físicos.   Definitivamente la liga americana, con 81 partidos y un ritmo brutal, era demasiado para un jugador que necesitaba un plan distinto para poder brillar como jugador de baloncesto. La ciudad de Granada le ofreció la oportunidad perfecta: un proyecto sobre sus hombros, suavidad en los entrenamientos, y una de las mejores ligas del mundo para mostrar su talento.   ¿Iba a desaprovechar Curtis esta combinación? De ninguna manera. El jugador afloró en la liga como un coloso de la pintura que no perdonaba balón que le llegara en la zona. Una capacidad reboteadora brutal y un dominio en nuestra liga digno de los más grandes.   Valoraciones estratosféricas, partidos ganados por sus actuaciones, quebraderos de cabeza para los entrenadores rivales…y, por desgracia, de nuevo lesiones.   En la 2007/2008, con los granadinos, solo pudo disputar 13 partidos, y aunque siempre parecía que el jugador volvía a recuperarse, las recaídas eran frecuentes, y parecía que los problemas físicos que el jugador arrastraba nunca iban a cesar.   Granada le corta por lesión en enero de 2008, pero Curtis no quería acabar así su etapa nazarí y vuelve al año siguiente, donde disputa 26 partidos a las órdenes de Trifón Poch, forzando en alguno a final de temporada y volviendo a caer lesionado en la jornada 33.   El CB Granada –que esta semana acaba de descender a LEB Plata debido a sus problemas económicos- ya tenía por aquel entonces turbulencias en las finanzas, y decide no contar con el jugador la siguiente temporada, por el miedo a pagar una ficha tan alta a un jugador que pese a sus dos buenos primeros años, parecía volver a recaer.   OPORTUNIDAD EN EUROPA Pese a los cantos de sirena de equipos punteros que habían sonado en años anteriores, ningún equipo potente se atrevió a arriesgar con Borchardt, y finalmente fichó por Lyon –donde tuvo oportunidad en competición europea-, aunque su etapa allí volvió a acabar mal. Apenas pudo disputar 9 partidos con el conjunto francés, -el último mencionado anteriormente- y problemas en sus caderas –posteriores a más lesiones sufridas previamente- le obligaron a dejar el equipo y a marcharse a Estados Unidos con su familia.   Como cuenta a Dani Barranquero en su entrevista en ACB.COM, Curtis se decidió a acabar su carrera para intentar labrarse un futuro lejos del baloncesto, pero nunca perdió la esperanza por recuperarse y volver a las pistas.     VALLADOLID LE DEVUELVE LA ILUSIÓN Fue esta esperanza y la constancia que le ha acompañado durante su carrera la que le impulsó a seguir trabajando, hasta recuperarse totalmente y volver a encontrar oportunidad en nuestra liga.   Un Blancos de Rueda Valladolid en puestos de descenso apostaba por el pívot para intentar solventar la situación. Muchos lo tachaban de arriesgado, pero Curtis ha vuelto a demostrar que lo imposible no va con él.   Tras empezar flojo –como en Granada- debido al periodo de adaptación, Curtis ha tomado el mando de la pintura vallisoletana, dejando claro que le queda mucho baloncesto. En la Jornada 27 consiguió, por decimoquinta vez en su carrera, el galardón de MVP gracias a sus 18 puntos y 9 rebotes.   Ya promedia 8 puntos, 7 rebotes y 12 de valoración en sus 19 partidos con el Blancos de Rueda, sin rastro de las lesiones, y, demostrando, que el año que viene puede ser un hombre de garantías en muchos equipos de nuestra liga. Que su nueva etapa en el baloncesto español no termine con las lesiones.

Marcos Fernández (@marcos24_)
clubestudiantes.com