
La pregunta del millón para Rodrigo de la Fuente esta semana que toca su primer Asefa Estudiantes- FC Barcelona Regal desde el lado estudiantil ya se la hizo un aficionado en el “Tú preguntas” de EstuTV hace mes y medio: “¿Dónde estás más cómodo, en el Estu o en el Barça?”
Y Rodrigo, formado en la cantera de Asefa Estudiantes pero nueve años en el FC Barcelona Regal, responde sin mojarse. Como el niño al que el típico impertinente le hace la odiosa pregunta de “¿a quién quieres más, a papá o a mamá?”. “Pues en los dos sitios, llevo poquito en el Estu pero estoy contento de haber vuelto y estoy contento aquí”.
Correcto, educado, sin preferir a uno ante el otro… y sobre todo, hablando mejor de quien le acompaña en ese momento. Que además en baloncesto hay algo bueno: solo puedes jugar con un equipo a la vez. ¿Asefa Estudiantes quién sería para Rodrigo, papá o mamá? RAÍCES ESTUDIANTILES Pues eso ni idea, pero lo que sin duda Asefa Estudiantes es para Rodrigo de la Fuente, es sus raíces. “Llegué en edad infantil, no recuerdo el año exacto y durante cuatro temporadas estuve en la cantera”, explicaba el alero en la primera entrevista para clubestudiantes.com tras su fichaje. “La verdad es que tengo muy buen recuerdo, fueron mis comienzos y por eso sé lo que supone Estudiantes, lo que significa el club. Mis hermanos, Jose Manuel y Jacobo, jugaron también en la cantera, y ahora juega también mi sobrino, que es infantil pero combina con los cadetes”, continuaba. TODO PARA EL BARCELONISMO Pero el club donde se hizo no ya solo un nombre en la liga ACB sino en el que alcanzó la categoría de histórico de nuestro baloncesto no fue el Estu, sino el gran dominador del basket español de los últimos lustros: el FC Barcelona. Al conjunto culé llegó siendo una de las grandes promesas del baloncesto español, en 1997 desde la Universidad de Washington State de la NCAA estadounidense y cumplió las expectativas: mejor debutante de la ACB aquel año. Pocos podían imaginar que, en una época de constantes cambios y en la que la identificación de un jugador con un club parecía cosa del pasado, Rodrigo se fuera a convertir en un auténtico símbolo del FC Barcelona. EL CAPITÁN DE LA PRIMERA COPA DE EUROPA
El punto culminante de su carrera como culé fue cuando, en su papel de capitán –al suceder en el cargo a Roger Esteller- se encargó de levantar en el Palau Sant Jordi la primera Copa de Europa del Barça, en 2003, ante 15.000 enfervorizados hinchas, al grito de “Ja la tenim” (“ya la tenemos”). De la Fuente, madrileño de nacimiento y formación, no tuvo problema alguno en adaptarse a la especial idiosincrasia del Fútbol Club Barcelona, y aprendió catalán. La afición del baloncesto blaugrana adoraba a ese alero intensísimo que desquiciaba a los atacantes rivales. 10 títulos ganó Rodrigo en las filas blaugranas: 4 ligas, 3 copas, 1 Supercopa ACB, la ya mencionada Euroliga y una Copa Korac. Dos de ellos, la Korac y la última liga, la de 2004, derrotando sin piedad alguna a sus raíces, a Estudiantes. En el quinto partido de la final de ACB, por ejemplo, fue el jugador decisivo, con 17 puntos. LETAL PARA EL ESTU Recuerda que las finales Barça-Estu fueron “partidos muy duros, muy competidos. Por ejemplo, recuerdo perder por muchos puntos en Madrid y que en Barcelona fuera distinto. Eran partidos muy competitivos en los que los dos equipos sudábamos la gota gorda para poder ganar”. Pero ya hemos visto que a Rodrigo le da absolutamente igual jugar contra papá, contra mamá o contra quien sea. Lo demostró de sobra cuando, tras su salida del FC Barcelona en 2007, regresó al Palau con su nuevo equipo, la Virtus Roma: dos tiros libres suyos sentenciaron al conjunto culé y metieron a los italianos en el Top-16. . AMORES QUE MATAN “Los dos tiros libres han sido durísimos. También al comienzo del partido me he encontrado muy extraño”, explicaba entonces el excapitán azulgrana, http://acb.com/redaccion.php?id=45970 que sin embargo acabó el partido dejando claro que “no tengo palabras de agradecimiento. Todo el mundo sabe que amo al Barça”. Amores que matan. ¿Y el domingo, qué hará Rodrigo en el partido de papá contra mamá –o viceversa? ¿En el partido entre sus raíces y el equipo que ama? Él es lacónico, se limita al consabido “será muy especial”. Y vista su trayectoria e intachable profesionalidad, nadie duda de que si en sus manos está el balón decisivo para que el FC Barcelona salga del Palacio derrotado, se lo jugará sin temblarle el pulso.