
Tras 3 semanas de malos resultados, el choque ante Santa Cruz era uno de esos marcado en rojo en el calendario. El objetivo estaba claro: no se podía fallar ante un rival directo y menos en casa. Además, de Santa Cruz solo se desplazaron 6 jugadores, un factor que pesó demasiado.
El comienzo del partido no tuvo un claro dominador, y con varios ataques seguidos, ninguno conseguía hacerse con la delantera. Los canarios querían demostrar que no habían venido a Madrid de turismo, pero el aspecto de su banquillo (con solo 1 jugador) era bastante desolador.
Con la entrada de los «ACB», Vicedo y Guerra, los locales comenzaban a carburar, y gracias a varios contraataques colocaban 7-3 en el electrónico. El equipo se empezaba a encontrar a gusto y las canastas se iban sucediendo.
Fran Guerra, un jugador que está llamado a marcar las diferencias en la categoría, estuvo más metido que en otras ocasiones, y su supremacía bajo los aros era incontestable. Si cogía un rebote en defensa, en la siguiente acción llegaba para realizar una rápida transición, y el duelo ante su hermano David parece que le motivó.
Con la premisa de defender y correr, los de De Pablos consiguieron abrir brecha, y con 43-25, los tinerfeños agradecían que llegara el descanso.
EN LA SEGUNDA PARTE, GOLPE DE GRACIA
Los espectadores que acudieron al Antonio Magariños veían cómo la distancia empezaba a ser importante. Aún así, los canarios tuvieron su momento. Comandados por Ibeas y Ojeda, intentaron un asalto a la desesperada, pero el poderío físico de los estudiantiles era claramente superior. 63-40 que coincidían con los mejores minutos de Darío Brizuela en cancha.
QUE SIGA LA FIESTA
El encuentro seguía teniendo un claro dueño, y entonces llegó el reflejo de la desesperación canaria. David Guerra, hermano de Fran, ante la axfisiante presión defensiva de los locales y sin ver un pase claro desde línea de fondo, lanzó el balón al aire teniendo la mala suerte de que tocó el techo.
Poco a poco los visitantes se fueron diluyendo, algo que Asefa Estudiantes aprovechó para que Doz o Sainsbury pudieran tener más protagonismo. Al final, 87-55 y un cambio de dinámica que puede ser clave.
MARIANO DE PABLOS, SATISFECHO
«Era un partido trampa porque a priori teníamos que ganarlo, pero hemos elegido la mejor manera de hacer las cosas. La gente ha estado con buena actitud, bastante metida, y me alegro por los chavales porque se han llevado una alegría para cambiar la dinámida».
Del mismo modo, el técnico destacó que «tengo mucha confianza en el equipo, me gusta mucho. Anímicamente estábamos muy tocadetes, pero lo de hoy nos va a convencer de que podemos hacer bien las cosas».
Los mejores: Asefa Estudiantes: Edgar Vicedo (19 puntos,14 de valoración), Álvaro Lobo (13 puntos, 4 asistencias), Fran Guerra (8 puntos, 9 rebotes).
Santa Cruz de la Palma: Rubén Ibeas (18 puntos, 5 asistencias), Daniel Ojeda (23 puntos, 6 rebotes).
EL DATO: A pesar de la abultada victoria los de De Pablos cometieron 21 pérdidas.
Asefa Estudiantes 87: Bermúdez (7), Guerra (8), Dieye (2), Herrero (2), Sainsbury (8), Vicedo (19), Lobo (13), Brizuela (9), Niamamoukoko (5), Martínez (5), Doz (5), Ordás (4).
Santa Cruz de la Palma 55: Ibeas (18), Ojeda (23), Sedeño (2), Martín (2), Guerra (9), Alvarado (1).
Mauricio Fernández