Alberto Lorenzo, que cumple su séptima temporada como entrenador ayudante de Tuenti Móvil Estudiantes y antes estuvo un lustro como técnico del filial de EBA, vivió este verano una experiencia atípica en su trayectoria profesional.
Formó parte del cuerpo técnico de… ¡la selección británica! Pero ¿qué vinculos unen al entrenador colegial con el Reino Unido?
Nos lo explica en esta entrevista en EstuRadio.
Cuéntanos por qué este verano ha sido diferente para ti…
Ha sido un verano atípico, no he descansado de baloncesto porque tuve la suerte de ir con la selección británica absoluta para disputar la fase de clasificación para el Eurobasket del próximo año.Durante mes y medio trabajé con ellos con la intención de clasificarnos, los resultados al final no fueron buenos… pero sí la experiencia.
¿Cómo es el nivel del basket británico, qué diferencias viste?
El nivel de jugadores británicos es muy diferente al de España, porque culturalmente es todo muy diferente. No es el deporte principal allí, y la mayoría de jugadores intentan salir para jugar en otros países: Italia, Francia, España, Alemania… pero normalmente en las segundas ligas nacionales, lo que serían las LEBs de cada país. Es un nivel un poco bajo para una selección nacional, que a la vez tiene estrellas NBA como Luol Deng o Joel Freeland y es muy complicado encajar esta disparidad de niveles en un equipo.
Volviste a coincidir con un viejo conocido tuyo y de toda la familia estudiantil, Daniel Clark, ahora jugador del Fuenla. ¿Cómo le viste?
Una de las partes más positivas de la experiencia ha sido volver a encontrarme con Daniel Clark, más después del año que ha tenido con dos operaciones. Ha sido muy positiva ver su evolución tras ocho meses sin jugar, aguantaba los veintitantos minutos sin problemas es una buena noticia, para el baloncesto y sobre todo para él, claro.
«Surgió del modo más sencillo: enviando mi CV»
¿Y cómo surgió todo esto?
Fue extraño el modo de conseguir esta oportunidad, y animo a todo el mundo a intentar algo similar porque es una buena ocasión de trabajar en baloncesto. Fue del modo más sencillo: envié mi currículum hace tiempo a la Federación Británica. A partir de ahí, se pusieron en contacto conmigo en el mes de junio, y fue luego todo muy rápido.
¿Y crees que para otro año podrás repetir esta experiencia internacional?
No sé si hay opciones, me encantaría repetir pero hay más cosas detrás de uno. La experiencia es muy positiva y si estuviese solo, sin duda repetiría.
Además de entrenador en Tuenti Móvil Estudiantes eres profesor universitario. Estos días compaginaste la pretemporada con tu participación en el Congreso Ibérico de Baloncesto, ¿en qué consistió?
El Congreso Ibérico de Baloncesto se organiza cada dos años por diversas facultades de educación física. Este año, al coincidir con la llegada del Mundial a Madrid, fue aquí, en la Universidad Europea. He participado en la organización, que fundamentalmente corrió a cargo de Sergio Jiménez que es también entrenador del Estu, y también ayudé en alguna conferencia.
¿Cómo está yendo la pretemporada de Tuenti Móvil Estudiantes?
Como toda pretemporada, implica mucho entrenamiento y trabajo de mañana y tarde para los jugadores. Tanto en el apartado físico como en el táctico, para aumentar cada día su bagaje táctico para poder afrontar los primeros partidos con solvencia. En ese sentido, el transcurso de la pretemporada está siendo lógico y normal: tanto trabajo como cansancio. Y además poco a poco vamos incorporando a los jugadores que necesitamos para terminar de configurar la plantilla, que es lo que ayudará a comenzar la temporada con buen pie.
En pretemporada toca viajar muchas veces a ciudades poco habituales como este sábado a Calatayud, la semana próxima a Dos Hermanas… y con Gran Bretaña te tocó ir a países que no suelen estar en el circuito habitual del basket, ¿dónde fuiste?
Con Gran Bretaña hice un «madrileños por el mundo», me ha permitido conocer muchos sitios viajando. Empezamos en Bélgica, inmediatamente a Georgia donde jugamos un torneo, el primer partido oficial en Islandia, vuelta a Londres, partido en Sarajevo, en Bosnia, donde jugamos en el pabellón del mítico Mirza Delibasic. Una auténtica tournee.