
El 29 de junio de 2001 Madrid se despertó con una impresionante columna de humo en pleno centro que se veía incluso a 50 kilómetros de la capital. ¡Un incendio en el Palacio de los Deportes! Un “torpedo en la línea de flotación de Estudiantes”, como lo definió el presidente Alejandro Gonzalez Varona, que en paz descanse, en una de sus frases más recordadas.
Y es que apenas un mes antes, el 27 de mayo, se había jugado en las mismas instalaciones que ahora quedaban reducidas a cenizas un Estudiantes-Baskonia que era el último partido de una temporada, la 2000-01, en la que el Estu estaba con la típica “resaca” de los equipos modestos después de marcarse un temporadón en el que se rasca metal, aquella inolvidable Copa de Vitoria. Claro, todo te sabe a poco, aunque bien firmaríamos ahora con los ojos cerrados quedar sextos. ADIÓS, VIEJO PALACIO, ADIÓS
El contundente 82-97 de los vitorianos ponía el 1-3 de los cuartos de final de los playoffs. Nadie podía imaginar que aquel último partido de la temporada sería también el último en muchísimos años en el Palacio de los
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La (D), en el lateral |
Deportes, al que apenas acudieron 5.500 fieles. Y desde luego, fue el último en el Palacio antiguo. El de ahora conserva algunos elementos arquitectónicos y la ubicación, pero es, desde luego, otra instalación. Aquellas sillas marrones y naranajas, aquella pista de ciclismo que solo los más veteranos habían visto alguna vez con bicicletas encima, aquellos marcadores negros, el Victoria, la salida de jugadores en Jorge Juan, y la Demencia en un lateral porque aquellos infames andamios que se usaban de grada eran un peligro público y ya habían dado un susto de muerte unos meses antes. STOMBERGAS Y BENNET A «HIRUKOA» LIMPIO
Rodeado de aquellos elementos “vintage” aquel 27 de mayo de 2001 el Baskonia, con el nombre comercial de Tau Cerámica, liderado por una metralleta lituana que solo estuvo un año en la ACB, pero qué manita tenía, un Saulius Stombergas que nos destrozó “hirukoa” tras “hirukoa” (8/9 en triples) y ese genio llamado Elmer Bennet (24 puntos y ¡8 asistencias!) superó a un Estu que vestía de rojo debido al patrocinio de entonces, Adecco. En aquel equipo que tenía en el banquillo a un tal Pepu Hernández, jugaba gente como otro tipo que nos suena como Carlos Jiménez, los hermanos Alfonso y Felipe Reyes, el bosnio Nenad Markovic, Gonzalo Martínez, Geno Carlisle –un «killer» que fichó para suplir en esos playoffs al lesionado Marlon Garnett y que él solito empató la eliminatoria en Vitoria- o Shaun Vandiver. Un Vandi al que una vez terminado el partido se atrevió a mantear la Demencia (desconocemos el número de bajas tras tamaña proeza) para despedirle por todo lo alto: ya se sabía que no renovaría, y esa sería su retirada del baloncesto. CÓMO HEMOS CAMBIADO…
3831 días después de aquello, todos hemos cambiado mucho.El Estu ahora es Asefa Estudiantes y va de azul, mientras que el Baskonia se llama Caja Laboral y ha recuperado sus colores azulgranas. Y aunque en los colegiales han vuelto Pepu y Jiménez y en la banqueta baskonista sigue el eterno Dusko Ivanovic, los protagonistas ahora son los Gabriel, Granger, Fernández, Teletovic, San Emeterio, Prigioni… Los dos conocen ya bien el nuevo Palacio de los Deportes. Asefa Estu porque es su pista desde mediada la temporada pasada, Caja Laboral porque en ella ha ganado dos Copas del Rey, en 2006 y 2009, y disputó la Final a Cuatro de Euroliga en 2008. En el Palacio ya no hay pista de ciclismo que valga, en el tejado hay unos enormes bloques que absorben el sonido, la bandera de prohibido fumar es casi más grande que la de España y Madrid, la Demencia está en Jorge Juan, los jugadores salen por Fuente del Berro enfrente del Victoria y en vez de 5.500 personas rondamos las 10.000. Pero ahora, 11 años después, lo que toca cambiar es el resultado, que no sea el mismo que aquel día. ¿Te vienes a animar al equipo a la “machada”?