
Una historia que hemos vivido por Serrano 127 en demasiadas ocasiones tuvo un “remake” ayer en Polonia. El equipo humilde plantó cara, tuteó y se subió a las barbas (en este caso nunca mejor dicho) del poderoso, pero al final salió la estrella de turno para sacar las castañas del fuego y dejar al pequeño con la miel en los labios.
Gran Bretaña, casualmente ayer vestida de azul, remontó un partido que todo el mundo daba ya por perdido contra una España, casualmente ayer vestida de blanco, que se las prometía muy felices para recuperarse del golpe de la primera jornada y pensaba más en el basket average que en otra cosa.
Y así pasó, que durante buena parte del último cuarto España estuvo más fuera que dentro del Eurobasket, cuando los representantes de la multicultural “pérfida Albión” se pusieron por delante. Y testigo de excepción de ello fue el ala-pívot estudiantil Daniel Clark (conocido con el diminutivo “Dan” para sus paisanos) desde el banquillo, para desesperación de los seguidores del Estu que estaban deseando que nuestro rubio participara de este histórico partido. Pero el “coach” británico estuvo “amarrategui”, y por parte española salieron los que tenían que salir, Gasol y Navarro, para salvar los muebles de algo que podría haber recordado demasiado a aquellos navíos que se creían invencibles y al final no lo fueron. Hoy, “match ball” contra Eslovenia, a las 18:15h. A ver si España se ha picado en su orgullo de campeón del Mundo, en lugar de sacar lo peor de los grandes.