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Fallece Roberto Bermúdez, fundador, jugador, entrenador y directivo de Estudiantes

10 enero 2014

Ha fallecido Roberto Bermúdez, uno de los fundadores del Club Estudiantes en 1948, del que fue también jugador, entrenador y directivo. Se guardará un minuto de silencio en su memoria en el partido del domingo contra el CAI Zaragoza.

Fallece Roberto Bermúdez, fundador, jugador, entrenador y directivo de Estudiantes

Ha fallecido el que fuera socio fundador, jugador, entrenador y directivo del Club Estudiantes, Roberto Bermúdez . Se guardará un minuto de silencio en su memoria en el partido del domingo contra el CAI Zaragoza, donde los jugadores de Tuenti Móvil Estudiantes lucirán un crespón negro como señal de respeto.

UN PIONERO
Bermúdez fue uno de los pioneros del baloncesto en el instituto Ramiro de Maeztu. Junto a su hermano Leopoldo, los Cela, Parrilla, los hermanos Martínez Arroyo, Rafael Laborde… y por supuesto el apoyo incondicional del jefe de estudios, don Antonio Magariños, primer presidente del club, fundó en 1948, hace 66 años, el equipo de Estudiantes.

Como jugador era alero, y militó en el primer equipo colegial entre 1948 y 1953, con un pequeño paréntesis por sus estudios en 1950-51. Paralelamente, y a petición de Antonio Magariños, comenzaría a entrenar a los primeros equipos de cantera del equipo para fomentar el baloncesto entre los alumnos del Ramiro.

En aquellos tiempos tocaba a todos ser de todo en un club como Estudiantes, y mientras que pasaba a formar parte de la directiva del club -fue incluso Director Deportivo- llegó a ser entrenador del primer equipo en la primera Liga Nacional (1956-57) y en las campañas 59-60 y 60-61. Como él mismo explicaba: “como entrenador sólo dirigí al primer equipo en momentos de crisis o para cubrir transiciones”.

TALANTE DEPORTIVO Y CARRERA DIPLOMÁTICA
Uno de esos momentos de crisis y que da una idea del tremendo talante deportivo de Roberto Bermúdez fue cuando en la temporada 1959-60 Estudiantes se vio abocado a jugar la promoción por la permanencia en Liga Nacional.

El rival era el Agromán, campeón de segunda, que, por algún tipo de malentendido, no se presentó al partido. Bermúdez,reflejó en el acta la voluntad de Estudiantes de buscar una nueva fecha para disputar el encuentro, dado el malentendido. Pero la Federación, sin aparente queja del Agromán, dio por vencedor de la eliminatoria a los del Ramiro, que mantenían así, sin jugar, la categoría.

El momento en que Bermúdez dejó Estudiantes, mediada la temporada 60-61, fue también muy peculiar. Era diplomático de carrera y había sido nombrado secretario de la embajada española en Bolivia, así que, un buen día, apareció en el Ramiro y les dijo a los jugadores: “Chicos, os presento a vuestro nuevo entrenador, Jaime Bolea” Y se marchó sin hacer ruido, aunque siempre mantendría su vinculación con el club e incluso años después su hermano y ahijado, Fernando Bermúdez, llegaría a ser presidente del Estu.

EN PRIMERA PERSONA
El propio Roberto Bermúdez recordaba su aportación a Estudiantes en el libro publicado con motivo de los 60 años del club colegial editado en 2008.

“creo que mi aportación al Estudiantes fue importante en aquella primera etapa. Como jugador estuve desde la fundación hasta la temporada 1952–53 (…) Mi último encuentro fue en el mes de junio, en el campo de los Huérfanos de la Armada, y tuve que permanecer todo el partido en cancha pues, por cuestiones de exámenes, sólo nos presentamos cinco jugadores. Mi forma física era tan deplorable que el árbitro del encuentro, el buen amigo López Ruiz, pedía tiempos muertos para que yo pudiera descansar. Fui un jugador estimable, incluso la Federación me seleccionó para recibir instrucción de Rutzgis pero, debido a varios fallecimientos en la familia, tuve que desistir, independientemente de que entrenarse en invierno a las ocho de la noche en el campo de la Standard no era plato de gusto.”

“Al volver al Ramiro, el señor Magariños nos pidió a los jugadores que fomentáramos el baloncesto entre los alumnos, y desde entonces yo entrené a los más jóvenes. Pronto saqué el título para cubrir las exigencias de la Federación. Desde la marcha de Laborde me convertí en el Director Deportivo del Estudiantes. Como entrenador sólo dirigí al primer equipo en momentos de crisis o para cubrir transiciones (…)”

«Mi aportación personal más importante y también la menos vistosa, creo, fue como directivo. La supervivencia del Estudiantes fue y sigue siendo un milagro. Se necesitaba sacar dinero de donde no lo había y se necesitaron muchas horas de trabajo para que aquel niño que no dejaba de crecer pudiera sobrevivir. En este aspecto, el trabajo realizado por el señor Hermida nunca será bien ponderado. En un año crucial, Anselmo López salvó los muebles. Sin él hoy Estudiantes no existiría”.

Descanse En Paz.