El domingo en el Gran Canaria Arena en la presentación de jugadores los fieles aficionados amarillos aplaudirán casi tanto al equipo local como al visitante. Y durante el partido, como se descuiden, igual alguno le pasa el jugador al rival.
Seis jugadores, tres de Movistar Estudiantes, tres de Herbalife Gran Canaria, tienen pasado reciente en el rival. Y el entrenador. Los repasamos.
KURIC, EL REENCUENTRO MÁS ESPECIAL
El alero estadounidense fue el gran ausente del partido de ida. La delicada operación para la extracción de un meningioma en el cerebro a la que tuvo que someterse de urgencia el pasado mes de noviembre hizo que en enero, cuando se jugó en el Barclaycard Center, todavía estuviera en fase de recuperación.
Regresó a las pistas el pasado 10 de abril, con una protección especial en la cabeza, y demostró que pese a los cinco meses sin jugar al baloncesto… sigue siendo un jugador mágico.
Kuric jugó en Movistar Estudiantes dos temporadas, las 2012-13 y 2013-14, en su primera experiencia profesional tras un destacado paso por la NCAA con la universidad de Louisville. Pronto se convirtió en uno de los favoritos de la afición estudiantil, por su estilo de juego, su ética de trabajo y su simpatía fuera de la pista.
Por eso, la noticia de su enfermedad fue una gran conmoción en el club colegial, ya que muchos de los jugadores de la plantilla actual han compartido vestuario con él. Y por eso, su regreso fue celebrado por todo el mundo del baloncesto, y el excelente departamento de comunicación del Granca lo contó así.
KENDALL, ANTE LA AFICIÓN QUE SE VOLCÓ CON ÉL EN SU PEOR MOMENTO
Kendall sólo jugó una temporada, la pasada 2014-15, en el Granca, pero fue posiblemente la más dura e intensa de su vida. En la cancha, histórico subcampeonato de Eurocup. Pero lo importante estuvo -como casi siempre por otro lado- fuera del parqué.
En mayo de 2015 le fue detectado un tumor cerebral a su hijo Skyler, de menos de un año de edad. Kendall, que estaba siendo un jugador destacado en los esquemas de Aíto García Reneses, tuvo que renunciar a disputar los playoffs con su equipo para centrarse en el tratamiento de su hijo.
Tanto el club claretiano como por supuesto su afición se volcaron desde entonces con Skyler, incluso una vez que el canadiense había abandonado la disciplina del equipo, como esta temporada con sorteos y acciones solidarias. Un apoyo que sintió también desde Santiago de Compostela, la otra ciudad española donde Kendall jugó.
En enero, con el pequeño Skyler habiendo pasado quizá lo más duro de su tratamiento, y sin dejar de sonreir, Kendall volvió a las pistas, al equipo puertorriqueño de Los Brujos de Guayama. «Sin ver a mi hijo bien no estaría aquí», reconocía el padrazo canadiense en la prensa boricua.
Ahora podrá agradecer en persona el cariño y el apoyo que ha recibido de la afición canaria devolviéndoles el aplauso. Pero seguro que durante los 40 minutos del partido mandará el baloncesto y será capaz de darlo todo ante unos rivales que han estado a su lado en el momento más duro de su vida.
En el Gran Canaria Arena ya le esperan… Así reaccionaron el día que se anunció su fichaje.
Cuando ves que @levonkendall14 ficha por @ClubEstudiantes y nos visita el 8 de mayo pic.twitter.com/bDfqzI6STm
— HerbalifeGranCanaria (@GranCanariaCB) April 25, 2016
RABASEDA, EL ÍDOLO DEL AÑO PASADO
Una de las salidas más dolorosas del pasado verano en Movistar Estudiantes fue la de Xavi Rabaseda. El alero catalán, tras su segunda temporada en el equipo, abandonó Madrid en busca de nuevos retos en Gran Canaria, con el que iba a disputar, además de la Liga Endesa, la Eurocup.
Su papel en Herbalife Gran Canaria ha ido de menos a más; y su papel en la Copa del Rey, con el sorprendente subcampeonato claretieno, fue fundamental. También en Eurocup, donde los canarios rozaron su segunda final consecutiva.
Sus dos temporadas en Movistar Estudiantes dejaron huella en la afición, a la que se ganó por su compromiso tanto dentro como fuera de la pista. En la ida en el Barclaycard Center recibió una gran ovación, como no podía ser menos.
OLIVER, EL «JUNIOR DE ORO» SIN PIEDAD
Aunque muchos llevan vaticinando su declive físico mucho tiempo, Albert Oliver sigue en un estado de forma excepcional a sus 37 años. Como bien saben los amantes del Supermanager, el que fuera base colegial en las temporadas 2009-10 y 2010-11, es una garantía de rendimiento.
20 minutos por partido que aprovecha con solvencia: 8.6 puntos, 4.5 asistencias y 10.2 de valoración media… pero sin ser raro verle irse a los 20 (o más) de valoración. Esta temporada lo ha hecho 6 veces en Liga Endesa: 26 ante CAI, 20 ante Real Madrid, 21 ante GBC, 22 frente a Tenerife, 24 contra Joventut y 21 ante Obradoiro.
Con estas cifras demuestra que no tiene piedad ante sus ex. El año pasado en el flamante Gran Canaria Arena ya lo sufrimos: 19 de valoración con 14 puntos (4/5 en triples) y 4 asistencias en la 9ª derrota consecutiva de Movistar Estudiantes al visitar Las Palmas.
EL JUEGO INTERIOR DEL GRANCA DE HACE DOS AÑOS
Nacho Martín sólo estuvo un año en el Granca y no fue de los mejores de su carrera ACB precisamente, pero la temporada pasada en el Gran Canaria Arena como estudiantil recibió una ovación tremenda como reconocimiento a su esfuerzo.
Y Xavi Rey también ha vuelto ya a Las Palmas como rival… pero con la camiseta del Iberostar Tenerife, cuando regresó tras su lesión la pasada temporada en el derbi canario de la jornada 30.
Rey vistió durante cuatro temporadas la camiseta amarilla, y coincidió con Nacho Martín, antes de su lesión, en la campaña 2013-14.
Ahora, la duda es si Nacho Martín podrá estar en Las Palmas o si su lesión no se lo permitirá.
UNA VEZ MÁS, EL HIJO PRÓDIGO
Aíto García Reneses empezó su idilio con el baloncesto en el Ramiro de Maeztu, jugando en la cantera colegial y llegando al primer equipo de Estudiantes. Ha cumplido hace poco 50 años entrenando en máxima categoría… y siempre ha sido como rival estudiantil. Con Cotonificio, Joventut, Barça, Unicaja, Sevilla y ahora Granca.
El subcampeonato de Eurocup de la temporada pasada y el de Copa del Rey de esta campaña con Herbalife Gran Canaria han vuelto a poner en valor la tremenda trayectoria de «Don Alejandro», a menudo discutido.
En las canchas de Serrano 127, el joven Alejandro García Reneses se enganchó al deporte de la canasta para siempre. Vestido de corto con la camiseta azul ya era uno de los más destacados en categoría júnior, subió al primer equipo en 1963 y en 1968 cogió el puente aéreo rumbo al Barça, donde acabaría su carrera como jugador en 1973. Su historia en los banquillos a partir de entonces, ya está escrita en las páginas doradas de nuestro baloncesto.