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2004-05. Trifón Poch es uno de los nombres de moda. El Lucentum, equipo al que cogió la temporada anterior prácticamente descendido con sólo 2 victorias en 16 partidos y que se acabó salvando en una de las remontadas más épicas que se recuerdan, sigue forjando una leyenda de equipo revelación.
Líderes de la liga ACB durante buena parte de la primera vuelta, con una racha de 9 victorias seguidas para empezar, en un equipo inolvidable en el que brillan nombres como Nacho Rodríguez, Lucio Angulo, los “Lewis”, Quincy y Larry Lewiss o Iñaki De Miguel, el Lucentum llega a la Copa del Rey de Zaragoza sin presión alguna. Eran cabezas de serie tras terminar la primera vuelta terceros solo tras Real Madrid y Tau –con el que estaban empatados-, llegaban a la cita del KO manteniendo esa dinámica positiva: seguían terceros y venían de barrer a, precisamente, el Estu en el Centro Insular de Deportes. LA PRIMERA, EN LA COPA DE ZARAGOZA
Pero la primera en la frente: contundente 62-79. Aquel Unicaja, liderado por Jorge Garbajosa y con otros nombres como Walter Herrmann, Stephane Risacher o Zan Tabak y con Sergio Scariolo en el banquillo, se acabaría proclamando campeón de Copa. Lucentum, aquel año con el nombre comercial de Etosa, no se desinflaría tras la Copa como le suele pasar a muchos equipos revelación. Seguirían con hambre de no ser solo una sorpresa efímera sino una realidad duradera. LA SEGUNDA, EL FACTOR CANCHA
Los “Trifón´s Boys” terminaron la liga regular en el quinto puesto. Les adelantó, como no… el Unicaja de Sergio Scariolo, otro ganador nato. En la última jornada, la única que los malagueños estuvieron por encima del Lucentum, que se dejó el factor cancha al perder contra el Tau Cerámica en casa en la jornada 34. Eso significa que se volverían a cruzar los destinos de Unicaja y Etosa. Habiendo perdido el factor cancha, y con un formato de eliminatorias 1-1-1-1-1, los pupilos de Trifón Poch volvieron a dar la campanada. Lo recuperaron, tras llevarse la victoria en el Martín Carpena en el primer partido por 60-65. Los Lewis acallaron a las 10.000 almas que llenaban el pabellón malagueño con una actuación colosal y una gran fe en la victoria. La eliminatoria se trasladaba ahora al Centro de Tecnificación de Alicante, ese pabellón con un diseño de locos que aquel día vivió la mayor locura de su historia. Su los ascensos del Lucentum ya eran celebrados por todo lo alto. Si la milagrosa salvación que encabezó Poch el año anterior era todo un hito del basket de la Costa de la Luz… aquel segundo partido contra Unicaja fue, directamente, para enmarcar. Bañito de los alicantinos: 94-75, Larry Lewis en plan NBA y el Lucentum que se veía ya en semifinales. Malo sería dejarse remontar un 2-0, algo que no había pasado nunca en la historia de los playoffs ACB. «Lo que estamos consiguiendo no tiene precedentes en la ACB», decía entonces Trifón. “Está claro que el 2-0 es mucho más de lo que podíamos desear en un principio, pero es lo que el equipo ha demostrado en la pista; no es fruto de la casualidad o de la suerte”. LA TERCERA, LEVANTARLES EL 0-2
…pero entonces a Unicaja le dio por hacer historia y ser el primer equipo en levantar un 0-2 en playoffs. Mostró otra cara muy diferente para forzar el cuarto partido, que se disputaría de nuevo en el Centro de Tecnificación, al ganar 81-74; con Garbajosa estelar con 23 puntos. “Mejor” – pensaría más de un hincha alicantino- “así la celebración es en casa”. Tururú. Los de Scariolo se llevaron un duelo a cara de perro que terminó con un ajustado 56-60. De nuevo Garbajosa se puso el traje de superhéroe, con 19 puntos, para liderar a los suyos. El sueño del Lucentum se tornó en pesadilla de vuelta al Martín Carpena. El Unicaja había recuperado, contra todo pronóstico, el factor cancha. Y ya no perdonaría. Los chicos de Trifón Poch no se dieron por vencidos, ni mucho menos, y eso lo refleja bien el 71-69 del marcador. Cuando la elimiantoria parecía quedarse en la Costa del Sol, el Lucentum remontó ocho puntos a falta de cinco minutos pero un tiro libre de esos que se lanzan a fallar por Quincy Lewis permitió a Unicaja hacer historia, y amargó a Trifón Poch la que, pese a todo, ha sido su mejor temporada como profesional. Seguro que Trifón hubiera cambiado el galardón de mejor entrenador de la temporada 2004-05 que le concedió la AEBB por haber llegado a semifinales. Porque una vez ahí, ese Lucentum era capaz de todo. LA CUARTA, UN 0-10 PARTICULAR
Después, lógicamente, Trifón ha dirigido más partidos contra Unicaja. Y nunca les ha vuelto a ganar desde aquel 22 de mayo de 2005. Con Lucentum 0-4, con Granada 0-6, en sus enfrentamientos particulares contra Unicaja. Ahora, es buen momento para, en su debut con Asefa Estudiantes, Trifón Poch salde alguna de las cuentas pendientes que tiene con el equipo malagueño. Sería buena manera de empezar a remontar el vuelo.
