
Las colegiales afrontan este partido como segundas en la clasificación del grupo B de Liga Femenina 2, empatadas a con 5 victorias y 2 derrotas con el Real Canoe NC y Grupo Marsol Conquero, y a sólo una del primer puesto, ocupado por Universidad del País Vasco.
Por eso una victoria este sábado a las 18:00h frente a Segle XXI podría alejar al Asefa Estudiantes de sus seguidores e incluso igualar en victorias al líder, que visita al Platges de Mataró. UN EQUIPO AUN MÁS JOVEN Si Asefa Estudiantes en un equipo que cuenta con muchas jugadoras que no llegan a los veinte años, Segle XXI le supera con creces. Este equipo es un proyecto de la Federación Española de Baloncesto para hacer seguimiento a jugadoras jóvenes para las distintas selecciones, por lo que toda su plantilla es de categoría junior. Estuvieron con la selección U16, junto a la colegial Elena de Alfredo, la escolta Laura Marín, las aleros Irene Garí y Laura Aliaga, y las pívots Ana Carlota Faussurier y Laura Correa. En la U17, con la que hizo doblete nuestra Elena y con la que también estuvo la ala-pívot de Asefa Estu Sarah Rodríguez, estuvieron por Siglo XXI las escoltas Itziar Llobet y Júlia Martí, la alero Andrea Vilaró y la ala-pívot Silvia Marceló. Aunque la Liga Femenina 2 es una categoría donde las jugadoras jóvenes tienen un gran protagonismo, el hecho de tener un equipo junior compitiendo en senior quizás este hecho haya pasado factura al equipo de Esplugues de Llobregat, que es segundo por la cola con sólo una victoria y 6 derrotas. NI UN ÁPICE DE RELAX A pesar de parecer un rival “asequible”, el Asefa Estu sabe que no hay que confiarse y peleará en el fortín de la calle Serrano, delante de sus seguidores, para dar un paso más hacia delante. Por ello, nuestras pívots como Elena Díaz o Mariana González tendrán que cerrar fuerte a Silvia Marcelo Moros en los rebotes, y las bases Ygueravide y Castrejón frenar el rito en ataque que impone Julia Marti Mitjana. Por todo ello, el sábado a las 18:00 en Magariños volverá la magia de Liga Femenina 2 al Magariños, en un duelo que podría situar aún más alto a las colegiales.