Es díficil explicar las sensaciones que se vivieron el sábado en Magariños no sólo por el partido en sí, una oda al baloncesto de alto nivel, sino por ese desenlace que nadie esperaba, un equipo que iba 12 puntos abajo, fue capaz, en poco más de dos minutos, de endosar 14 puntos a su rival y darle la vuelta al marcador, ese conjunto fue Asefa Estudiantes.
Un primer cuarto midiendo fuerzas
El primer cuarto fue de aproximación a la batalla, ese en el que cada contendiente midió sus fuerzas con vistas a lo que se avecinaba, Ibaizabal distribuyó a todos sus aficionados por las gradas del Magariños como en una colocación estratégica con objeto de acumular a sus «huestes» en todas las partes de nuestro pabellón, Asefa Estudiantes sacó un cinco diferente al de Alcobendas donde Esther Molinero y Elena de Alfredo acompañaban a las sempiternas Mariana Rodríguez, Elena Díaz y Sarah Rodríguez y un equipo vasco que, en principio, se iba a encomendar a Vieira y Roundtree en situaciones de 4 y 5 pero en el que iba a aparecer una invitada que poco faltó para llevarse, aparte del MVP, la victoria para su equipo, Ainara Ramasco, que con un primer cuarto sin fallo en lanzamientos y en acciones positivas acabó con un 10 de valoración, 5 puntos, 2 rebotes, y 2 asistencias.
Por su parte Asefa Estu se encomendó al juego poste alto-bajo entre Elena Díaz y Mariana González así como a los «costa a costa» de Sarah Rodríguez y a sus tiros exteriores que la dejaron como la mejor jugadora estudiantil con sus 7 puntos y 8 de valoración pero no lograba romper la tupida defensa de Ibaizabal que fue cogiendo una ventaja importante a falta de acabar dos minutos para acabar el primer cuarto 11-20.
Sin embargo el partido estaba claro que iba a moverse por rachas estudiantiles y la entrada de Alba Elena por Sarah Rodríguez mejoró la capacidad reboteadora de las locales y con ello poder ejecutar con más celeridad sus canastas al contraataque o, en caso de jugarse en estático, buscar situaciones de 2 x 2 como la que cerraba este cuarto entre Elena de Alfredo y Elena Díaz con canasta de ésta última, que ponía el marcador en 19-20
Comenzaban los problemas
El partido empezó en el segundo cuarto a coger un ritmo loco que, por una vez, no le beneficiaba a Asefa Estudiantes en ataque, demasiado fallón en sus tiros, incluso en situaciones claras y con un quinteto que dejaba en muchas ocasiones a una único poste con una circulación de balón por el exterior que ocasionaba malos tiros o situaciones de poste bajo que no eran aprovechadas, bien por Mariana González o bien por Elena Díaz, no se puede decir que fuera en demérito del equipo colegial, sino que todo ello venía de una defensa de presión con búsquedas constantes de 2×1 en las esquinas por las jugadoras de Ibaizabal que obligaban a que nuestras chicas no estuvieran cómodas en ningún momento.
Mientras, en defensa, el 1 x 1 que usaba Ramasco era imparable, ya fuera defendida por De Alfredo, ya por Esther Molinero, normalmente sus pares y que, cada vez que encaraba o bien sacaba canasta, o dos tiros libres, o incluso 2+1 ya que las ayudas en las penetraciones no llegaban a tiempo.
A esos problemas apuntados, también ayudó que Vieira también quería dejar claro su calidad como MVP del equipo y, tras el esfuerzo estudiantil de empatar a 32, nos encontramos con que la jugadora de Ibaizabal, con sendos triples en acciones de tremenda calidad técnica le volvía a dar ventaja en el marcador que se mantuvo hasta el final de este segundo cuarto 34-40.
Ruptura por parte de GDKO Ibaizabal
El tercer cuarto fue el mejor del partido si se habla de la globalidad del mismo y con mejores sensaciones por parte de las visitantes, Ramasco seguía dando un clinic de dirección de partido con excelente lectura de juego y si ahora le saltaban las ayudas, tenía la suficiente capacidad para doblar pase a la jugadora que se encontraba sola, Roundtree empezaba a sentirse cómoda ganando línea de fondo y peleándose con una Mariana González que, como bien nos reconoció en la entrevista post-partido, estuvo a punto de sacarla del partido y así Ibaizabal iba cogiendo ventajas ya que Asefa Estudiantes seguía sin encontrar el hueco, sólo acciones puntuales como un triple de Elena de Alfredo o la asunción de responsabilidad ofensiva por Elena Díaz pero insuficiente para complicar las cosas a un equipo muy bien asentado en la cancha y que se veía en el marcador 57-64 para las visitantes.
La locura llegó en los dos últimos minutos
Y llegamos al último cuarto, con un escenario muy parecido a todo lo que había pasado en el tercero pero con peores sensaciones incluso, la defensa de presión seguía agobiando más de la cuenta, la gente en la grada procedente del País Vasco y Asefa Estudiantes empezó a sentirse atenazado en sus acciones con la excepción de una Mariana González que se volvió en una pesadilla para las postes de Ibaizabal pero no bastaba para acercarse a las visitantes y empezaron a volar viejos fantasmas de esos que dicen que el equipo se siente atenazado en los momentos calientes debido a su exagerada juventud mientras que las visitantes jugaban a un ritmo más que alto, logrando canastas claras en contraataque o en juego estático y con un marcador que le ponía 12 arriba a poco más de dos minutos para terminar el partido, prácticamente nadie apostaba ya por una victoria estudiantil.
Pero la magia del baloncesto es así, ese deporte en el que nadie puede decir que lo tenga hecho hasta que el reloj marque el último segundo y en el que es básico tener lo que tuvo Asefa Estudiantes, FE en sí mismas.
Todo comenzó con una canasta de Mariana, un triple de Elena de Alfredo, otro de Esther Molinero, tiros libres de Elena Díaz, de Alba Elena, de la misma Mariana que empezaron a recortar esa ventaja, tiempos muertos de los entrenadores, pasaron tantas y tantas cosas que es mejor hacerlo de forma rápida para dejar ese último momento, esos 13 segundos para terminar el partido en los que Ibaizabal, ya sin tiempos muertos y con 2 arriba sacaba de fondo y mientras debatíamos si era necesario hacer falta o no, Mariana recuperaba el balón en media pista rozando el campo atrás y le pasaba el balón a Elena de Alfredo.
Esos segundos que pasaron desde que Elena cogió el balón, dio un bote para generarse el espacio suficiente mientras una jugadora rival saltaba a por ella y ese lanzamiento que hizo al aro desde más allá de 6.75 son esos momentos inolvidables en los que el recuerdo es el del bocinazo que suena mientras el balón va por el aire para a continuación entrar limpiamente en la red.
A partir de ahí las dos caras de la moneda, una alegría indescriptible para los que allí estaban apoyando al Asefa Estudiantes y una tremenda cara de incredulidad de las jugadoras de Ibaizabal que no eran capaces de asumir como podían haber perdido ese partido.
Y hasta aquí se llegó, no sin haber tenido la sensación de haber vivido un encuentro extraordinario y que eso mismo tuvieron que pensar todos los que allí estuvieron, las locales más que contentas mientras que las visitantes tristes por la derrota y en el que no podemos obviar finalizar esta crónica con nuestro mayor reconocimiento a la afición de GDKO Ibaizabal, con un comportamiento extraordinario antes, durante y al finalizar el partido.
La vida sigue y ahora toca pensar en el desplazamiento a Cataluña la próxima semana, toca visitar a Siglo XXI, un conjunto, si cabe, más joven que el nuestro y al que ya se venció en Magariños con estrellas más reales que futuras promesas como Belén Arrojo o la MVP del último Campeonato de España cadete, Ángela Salvadores, el espectáculo vuelve a estar asegurado.