UNA VIDA DE BASKET
Albert Oliver lleva jugando al baloncesto desde los 6 años, y tuvo su primer espejo en su hermano mayor. “También jugaba de base. Llegó hasta la EBA. Nos enfrentamos 4 veces, y quedamos 2-2”, recuerda. Él, por su parte, siempre ha sido base.
Y tiene una trayectoria un poquito «de patio de colegio». “Empecé en Terrasa en el colegio. A partir de 4º de EGB ya me lo iba tomando más en serio; y en 8º de EGB fiché por el Sferic Terrasa, el club más importante de la localidad. Desde su equipo junior fue cuando fiché por el vinculado del Joventut, aunque fue una salida bastante complicada ya que me pusieron muchas trabas”, cuenta.
“También fui árbitro en escolares, pité hasta minis. Me divertía y además ganaba un dinero considerable para la edad que tenía. ¡Lo que te protestan los padres!”, recuerda, aprovechando para pedir respeto para el estamento arbitral, aunque reconoce que a menudo él es el primero que protesta. Su primera oportunidad como profesional fue en el otro gran club de cantera del baloncesto español, el Joventut de Badalona. “Fiché por el vinculado, que entonces era el Sant Josep de Badalona”. Pero no tuvo demasiadas oportunidades en una Penya en la que entonces les salían los bases “por las orejas”. “Cuando comencé a ir convocado con el primer equipo la pareja de bases era Turner-Corrales. También subió al equipo Raúl López, y al año siguiente recuperaron a Rafa Jofresa… así que me tocó salir de Badalona”. Y salió del “bressol del basquetbol”, pero no de Cataluña. “Fui al Lleida, a la liga LEB, y me fue muy bien allí. Conseguimos el ascenso en la cancha del Manresa… y para celebrarlo me subí a la mesa de anotadores, con el correspondiente cabreo de la afición local… ¡ y a la temporada siguiente fiché por el Manresa” En Manresa llegaría su consagración. Ascenso a ACB y su nombre que empieza a hacerse conocido entre la élite de los bases nacionales. Incluso hay quinielas de selección. Pero ser internacional absoluto acabó siendo “una espinita. Estuve en la selección B en los Juegos Mediterráneos, y en su día el seleccionador Mario Pesquera habló conmigo para decirme que probablemente me preseleccionarían para la absoluta, pero al final nada”, recuerda Albert. Del Suzuki Manresa Oliver guarda muy gratos recuerdos, y además reconoce que es un club muy especial pese a su mala carta de presentación. “Lo suyo es siempre sorprendente. Y todavía más ahora que les es más complicado mantener la base del equipo. Antes un Lázaro, un Creus… te duraban varias temporadas. Ahora se les marchanen seguida jugadores importantes como Ashellin, Rubio… y continúan compitiendo a gran nivel”. Son nuestro rival de dentro de dos semanas. Después, llegó Valencia, donde ya es un base sobradamente asentado y reconocido por toda la liga ACB, y un club y ciudad donde Oliver se sintió muy a gusto. “LA RACHA EN CASA ES POR NUESTRA GENTE”
En Manresa le llegó el reconocimiento |
Volvemos al presente. A esta campaña 2009-10 donde Oliver no deja de sonreír. Aunque haya tenido algunas actuaciones desafortunadas. Por ejemplo, en la Copa del Rey contra, precisamente, el Power Electronics Valencia. “Me jodió más el campo atrás que hicimos Lofton y yo que la última posesión que fallé” reconoce. Y al preguntarle por la polémica actuación arbitral en ese choque, Albert reconoce que “los árbitros no pitaron bien esta vez, pero otras veces sí lo hacen, eh” – le sale su lado de ex árbitro. Asefa Estudiantes ahora se encuentra en un momento dulce, con la clasificación para Playoffs en su mano. Oliver explica que “estamos bien desde el 0-5, hasta los partidos de Sevilla y Barcelona antes de la Copa no habíamos juntado dos derrotas en mucho tiempo”. Y en casa, con ocho victorias seguidas, ya ni se acuerdan de lo que es perder. “El Madrid Arena está casi siempre lleno, y con nuestra gente nos sentimos mucho más cómodos. Es sobre todo por la gente, ya que la mayoría de los entrenamientos los hacemos en Magariños, no en el Arena”, explica, de nuevo, alabando a la afición colegial. Quedan nueve jornadas para el final de la liga regular, y el Asefa Estu tiene en sus manos volver a tener postemporada cuatro años después. Para Oliver, lo tienen en su mano pero no echa las campanas al vuelo. “Estamos muchos equipos muy juntos en la clasificación, y además con Cajasol y Gran Canaria 2014 tenemos perdido el basket-average”, señala, cauto. Además, apunta que “la mayoría de rivales que nos quedan en estas nueve jornadas están por debajo nuestra en la clasificación, pero en la segunda vuelta eso puede ser un arma de doble filo: seguro que todos llegan jugándose algo”. MÁS QUE BALONCESTO Pero en las comidas-tertulia de Pizza Jardín hay tiempo para hablar de más cosas aparte de baloncesto. Oliver además es un tipo que tiene conversación más que de sobra. Así, por ejemplo, buena parte de la sobremesa tuvo en la gastronomía uno de los temas estrella. Oliver reconoció, llegando ya a los postres y aunque no sea lo mejor para la dieta de un deportista que “me encanta el chocolate”. También se habló de economía, centrada sobre todo en los patrocinios deportivos y la gestión de los clubes profesionales. Un tema que en Valencia estos últimos años ha dado mucho que hablar y que Oliver supo resumir muy bien a sus acompañantes. Y una vez que se ha alcanzado este punto, llega el “monotema” español: el fútbol. Oliver, que lleva casi toda su vida vinculado a eso de botar una pelotita naranja y meterla por un aro, también tiene su lado balompédico. “Me gusta, de siempre, el FC Barcelona. Pero mi hermano es todavía más culé que yo. En cambio, mi padre es madridista. Al fútbol jugábamos en familia muchas veces, pero nunca nada en serio, como con el baloncesto”. Se le puede ver a veces presenciando partidos de fútbol en directo, una buena terapia para disfrutar del deporte sin la tensión propia de ser tú el protagonista directo. “En Valencia fui bastantes veces. Por ejemplo, fui a un Valencia-Barça de Copa, que ganó el Barça, con Claver, que es valencianista. La gente nos reconoció y nos miraba mucho, por lo que me contuve un poco con la celebración del pase del Barça”. Desde que está en Madrid también ha sacado algún momento para acercarse a algún partido. “Fui al Calderón a un Atleti-Valencia, fueron también otros miembros de la plantilla que sí son muy colchoneros… y parece que le di suerte al Atleti, que ganó 4-1, y ya quieren que vuelva a ver si entran en Europa”. En cuanto a i a algún partido de fútbol en otro estadio que pilla más cerca del Ramiro, Oliver sonríe: “al Bernabéu ya iré en mayo cuando se clasifique el Barça para la final de Champions, ¿no?”. En caso de clasificación blaugrana deja un recadito ¿quién le puede conseguir un par de entradas?
LEER LA PRIMERA PARTE
SANTI ESCRIBANO
santiescribano@clubestudiantes.com