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Pedro Robles cuelga las botas tras quince años de triples imposibles

25 abril 2013

El escolta Pedro Robles, actualmente en las filas del Cáceres, anunció que al final de temporada colgará las botas tras 15 años como profesional. El madrileño debutó en ACB en las filas de Estudiantes ganando la Copa y siendo subcampeón de Korac tras brillar en su cantera y tras pasar por varios clubes se convertiría en histórico precisamente del próximo rival colegial, el CB Murcia.

Pedro Robles cuelga las botas tras quince años de triples imposibles

Precisamente el fin de semana en que se enfrentan dos de los equipos más destacados de sus quince años de carrera profesional, Asefa Estudiantes y UCAM Murcia, ha anunciado su retirada el escolta Pedro Robles, a los 36 años de edad y en plena disputa de los playoffs de la Adecco Plata con su actual equipo, el Cáceres Patrimonio de la Humanidad. 

Robles ha brillado siempre por ser un fino tirador, un escolta con una clase tremenda que desde los 12 años se formó en la cantera del Club Estudiantes.  Debutó con el primer equipo en la temporada en la que la entidad colegial cumplía cincuenta años, 1997-98 de la mano de Pepu Hernández, alternando su presencia en el ACB con el filial de liga EBA.   «OTRO TIRO»
Se convirtió pronto en un gran especialista desde la línea de 6,25; revulsivo desde el banquillo y que ya en su temporada de debut participó en el concurso de triples de la ACB, que ganaría casi una década después vistiendo ya la camiseta del Murcia demostrando, como tituló la prensa entonces“que es el mejor tirador puro del basket español”.   Con esas credenciales sonó para clubes como la Benetton de Treviso, pero el madrileño se quedó en Estudiantes, con los que se proclamaría subcampeón de copa Korac en 1999 y Campeón de Copa en 2000.   EN BUSCA DE MÁS OPORTUNIDADES
En 2001, tras cuatro años a la sombra de otros grandes exteriores como Chandler Thompson, Juan Aísa o Marlon Garnett salió del club donde se había formado en busca de más oportunidades: las encontró en Gijón, donde una buena temporada le valió su fichaje por el  Pamesa Valencia con los que ganó la ULEB Cup y fue subcampeón ACB, hace ya 11 años.   Buscando más protagonismo que el que tenía en un proyecto tan ambicioso como el Valencia, Robles fichó por el recién ascendido Unelco Tenerife, donde jugó dos años antes de llegar al club donde más años ha jugado como profesional: el Murcia.   HISTÓRICO DEL MURCIA
En sus seis temporadas en el club pimentonero se convirtió en histórico (es el tercer jugador que más partidos ha jugado con la camiseta murciana) y logró aumentar su palmarés con una Copa LEB y dos ascensos a ACB; además de igualar la mejor posición en ACB del Murcia, 12º.   Tras llegar a ser incluso capitán del Murcia, la pasada temporada fichó por el Cáceres Patrimonio de la Humanidad, de la liga Adecco Oro, con el que está disputando actualmente los playoffs de ascenso a Liga Endesa y tras los cuales se despedirá definitivamente del deporte que ha marcado su vida.

CARTA DE DESPEDIDA DE PEDRO ROBLES

Amigos del baloncesto,   Siempre que hay que tomar la decisión de dejar algo que te encanta hacer y, en este caso, que ha sido tu forma de vida durante tantos años, es una decisión difícil, pero en mi caso ha llegado el momento. He decidido poner fin a mi carrera como jugador de baloncesto cuando acabe la temporada actual, en la que el próximo 26 de abril empiezo los playoffs con mi equipo, el Cáceres Patrimonio de la Humanidad.   Han sido 15 años de profesional (11 en ACB y 4 en LEB), en los que me sería difícil destacar los momentos más especiales, ya que afortunadamente han sido muchos más que momentos en los que las cosas no han ido todo lo bien que deseaba. Normalmente quedan los títulos que se hayan podido conseguir, (no han sido muchos pero sí importantes), pero en mi opinión hay otras muchas cosas que deben perdurar en la memoria de un jugador en el momento de decir adiós. Un gesto de complicidad con un compañero, una victoria importante, una buena sesión de tiro, un comentario positivo de un rival sobre tu juego… Son cosas que siempre deben recordarse y que, en mi caso, me han dado ánimos para seguir entrenando con ilusión cada día hasta casi los 36 años.   Son muchas las personas a las que tendría mucho que agradecer durante estos años -y me dejaría alguna con seguridad, así que lo iré agradeciendo personalmente, poco a poco a cada una de ellas- personas que me han ayudado a mejorar cada día. La mayoría me han enseñado mis limitaciones para saber cómo trabajar para disimularlas y estar al nivel de los demás jugadores de las ligas en que he jugado. A todos ellos les digo GRACIAS. Especialmente a todos aquellos que hicieron posible que jugase en Sta. María de los Apóstoles y Pilaristas, donde empecé; en Gijón, donde tuve mi primera experiencia profesional fuera de Madrid; en Pamesa Valencia, donde disfruté de un año inolvidable; y en Tenerife, donde viví dos años de contraste. A todos estos clubes GRACIAS.   Sería injusto por mi parte no destacar a otros tres clubes que considero claves en mi vida profesional. Son, Estudiantes, el ESTU, club al que llegué con 12 años, donde me formé como persona y jugador y al que nunca podré agradecer lo suficiente la oportunidad que me dieron de vivir de esta maravillosa profesión. Estuve 9 años en su prolífica cantera y 3 años en el ACB en los que me convertí en un estudiantil acérrimo, lo que ha hecho que mis hijos sean ya estudiantiles como los que más.   El CB MURCIA, el que considero mi segunda casa, donde estuve 6 temporadas y maduré como jugador, jugando allí mis mejores años en ACB, disfrutando de muchos minutos y responsabilidad, por los que les estoy muy agradecido.   Por último, me gustaría agradecer al CÁCERES haberme ayudado a disfrutar en un club con solera de mis dos últimos años como profesional, en los que estoy disfrutando muchísimo y se ha conseguido siempre el objetivo de la clasificación para el Playoff, en el que estoy seguro que este año vamos a dar mucha guerra con este equipo joven, con muchísimas ganas de trabajar y con jugadores y entrenadores que darán mucho que hablar en los próximos años.   Me siento bien tanto física como mentalmente para poder seguir jugando algún año más, pero siento que es el momento adecuado para empezar otra etapa en mi vida en la que espero poder disfrutar tanto como lo he hecho como jugador de baloncesto. Afortunadamente he aprovechado algo el tiempo mientras jugaba y me he formado, algo que seguro me servirá en el futuro. Uno de los pocos temas de los que sé algo es el baloncesto, así que no estaré muy alejado de este mundo. Me voy con la satisfacción de haber sido honesto en el trabajo diario, de haber disfrutado a partes iguales tanto en los entrenamientos como en los partidos y de haber sido un jugador competitivo en una liga tan exigente como la ACB.   En definitiva, gracias a todos por estos años y en especial a mi mujer SARA y mis hijos NEREA, PEDRO y GONZALO, que han sido la verdadera la clave en lo mucho o poco que he conseguido.   Un abrazo a todos,

Pedro Robles