¿QUÉ PASÓ CON… ALFONSO REYES?
Ingeniero de caminos trabajando en una constructora
Sus apenas dos metros de altura no le impidieron hacerse un nombre peleando bajo el aro ante los mejores pívots de Europa · Compaginó su carrera de deportista con sus estudios de ingeniería · «Soy un poco masoca», ironiza sobre su sufrida doble vida.
Rey de reyes debajo de los tableros, príncipe en las aulas. Alfonso demostró que dos metros pelados son suficientes para plantar cara a los colosos del baloncesto continental y enseñó a los jóvenes que se puede triunfar en una de las universidades más difíciles del país, con esfuerzo, sacrificio y la mitad del tiempo que los demás. Sólo él es consciente del enorme valor de su doble gesta. «En verdad soy un poco masoca», ironiza. Y es que el mayor de los Reyes ha vivido dos vidas en una. Durante muchos años ha sido uno de los líderes de la selección española, participando del giro copernicano del equipo nacional, con el que logró dos platas y un bronce en los Campeonatos de Europa. De ello se contagió su hermano pequeño, Felipe. Sin embargo, paralelamente Alfonso Reyes se sacó el título de ingeniero de Caminos en la Universidad Politécnica de Madrid. Y fue su hermano mediano, Miguel Ángel, el que siguió su ejemplo en la Escuela de Ingenieros Industriales. Ahora, la otra mitad de «Robocop Reyes» recoge los frutos sembrados durante todo este tiempo, ejerciendo como ingeniero en la constructora Copcisa, en la capital de España. «Siempre me he matriculado de asignaturas en la Universidad Politécnica, incluso cuando jugué en París», comenta. El pívot cordobés no ha encontrado en algunas ocasiones la compresión de sus profesores: «Es curioso, los mejores, en cuanto a valía académica se refiere, nunca ponían problemas a la hora de adaptarme las fechas de los exámenes; y eran los peores profesores los que me decían que tenía que escoger entre el baloncesto o los estudios». La vida deportiva de Alfonso Reyes estuvo marcada por cinco clubes.Estudiantes, Málaga, Racing de París, Madrid y Breogán disfrutaron de su lucha incansable dentro de la pintura. Su zurda se hizo un hueco en los corazones de todos los aficionados, que se rendían a un hombre que competía en inferioridad de condiciones físicas, pero en superioridad de condiciones mentales. Fue uno de los ídolos del Magariños, a cuyo público le dio dos Copas del Rey, y un pilar básico de la selección española en todas sus categorías. Ahora trata de aplicar la «formación integral recibida» en la universidad y en las canchas. «Aunque no sea el mejor momento» para el sector de la construcción, Reyes traslada su profesionalidad y coraje de las pistas a la oficina. Ladrillo a ladrillo, el mayor de una dinastía gloriosa para el mundo de la canasta, levanta su propio porvenir, siendo un auténtico paradigma para otros muchos deportistas. Alfonso Reyes Cabanas cumplirá en septiembre 40 años. Los mismos que han pasado desde que la Universidad Politécnica se fundó como tal. Coincidencia o destino, la dualidad de Alfonso sólo está al alcance de los reyes.