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El partido empezó espeso para ambos equipos. Conseguimos imponer el ritmo que queríamos, porque dada la ausencia de English no era partido para jugarlo a muchos puntos. A pesar de que había demasiadas pérdidas, el ritmo era nuestro. Conseguimos una ventaja importante en el segundo cuarto, pero Cajasol volvió al partido. En el tercer cuarto bajamos nuestro rendimiento defensivo, recibiendo 25 puntos, con triples de muchos colores diferentes y estando blandos en el 1×1 y perdiendo el rebote defensivo. En el último cuarto hubo una buena puesta en escena y cuando parecía que estábamos abocados a un final a cara o cruz, Cajasol estuvo muy acertado en los últimos minutos. Algo motivado también porque nuestra defensa fue muy blanda: solo una falta, no supimos defender el 1×1 de Blakney, ni el 2×2 con bloqueo directo, ni pudimos llegar a puntear. La victoria de Cajasol ha sido justa porque en la segunda parte impusieron el ritmo que necesitaban.
No hemos tenido nuestro nivel habitual de defensa, el triple final del tercer cuarto de Holland queríamos defenderlo de otra manera, pero no fue decisivo. El partido se decidió en los últimos cinco minutos.
Cajasol ha cambiado bastante con la llegada de Blakney y Williams, su experiencia lo ha hecho más competitivo. Pero esto es cíclico. La semana pasada Cajasol no tenía a Williams ni a Satoransky, pero hoy Asefa Estudiantes no tenía a a English. Son facetas del juego.
No hay que obsesionarse con los puestos de playoffs, quedan muchas jornadas. Para nosotros es una alegría enorme estar todo el año etnre los ocho primeros, llevar una victoria más que el año pasado o de las que se han conseguido en tres de las últimas cinco temporadas. Estamos tristes por no haber ganado, pero satisfechos por haber dado una mucha mejor versión del equipo sin English de la que dimos en la Copa. Nos ha faltado oficio y dureza defensiva para poder llegar a un final más igualado.
