Después de un mal inicio de temporada, que encendió las alarmas entre los sectores más impacientes de Sevilla, el Cajasol de Aíto García Reneses ha demostrado que puede competir contra cualquiera a pesar de su juventud (21 años de media, con 27 años como tope).
Si la progresión ascendente sigue, serán un equipo a tener muy en cuenta a final de temporada. La derrota ante Valladolid en la jornada 3 fue un punto de inflexión para el conjunto sevillano, que a partir de ahí sumo una serie de victorias consecutivas que le han metido de lleno en la igualada lucha por la Copa del Rey.
De visitar la casa de sus vecinos andaluces dentro de 50 días ya se habla, con la boca pequeña, en los pasillos del San Pablo, y por eso la última derrota ante Bilbao, en el que el equipo acusó su falta de experiencia en otro final igualado, dolió.
Pero más que por no sumar el triunfo, por perder a uno de los hombres claves de la plantilla: Latavious Williams. El pívot estadounidense, referente interior de los cajistas, resbaló con una de las publicidades de la cancha, y se tuvo que retirar ayudado por sus compañeros con semblante preocupado. Lo peor se confirmó al día siguiente, rotura seria, y entre 4-6 meses en el dique seco.
Esto ha hecho que el equipo de Aíto llegue a Madrid más “baby” que nunca, porque Williams, a pesar de estar todavía en la veintena, es uno de los veteranos del equipo. Así pues, nuevos jugadores tendrán que tomar responsabilidades para que Cajasol rompa su “mala racha” y siga soñando con la cita copera, algo impensable para muchos en octubre.
Repasamos “la guardería cajista” al mando, de uno de los «veteranos de guerra» de la competición.
“BABY” JUEGO INTERIOR
Si la semana pasada hablábamos del juego interior del Iberostar Tenerife como “centenario”, podemos decir que los que conforman ahora mismo el de Cajasol, podrían ser los hijos de los anteriores.
Juventud y talento son las palabras que destilan las torres de Aíto, con poca experiencia pero muchoa calidad Tras la baja de Williams, Willy Hernángomez tendrá que dar un paso adelante, y demostrar que puede jugar al más alto nivel. Como su hermano Juancho, contra el que se podría enfrentar por primera vez en ACB, está preparado para cualquier reto, y con la motivación extra que supone un partido ante el que ha sido siempre su rival como buen canterano madridista que es, puede despegar el próximo domingo.
A su lado otra joven promesa del baloncesto europeo: Ondrej Balvin. El internacional checo de tan solo 21 años, está cuajando hasta el momento una gran temporada, y promedia 5,8 puntos y 9,4 de valoración. Una torre que va a más.
A más va también otra de las perlas sevillanas, Porzingis. El letón, de inmenso talento, despertó en el choque ante el Real Madrid tras un inicio de temporada titubeante, y demostró que no le tiene miedo a nada. Tapones, mates e intimidación, con tan solo un problema: facilidad para cometer personales.
Con la baja de Williams, quizás Aíto decida usar como 4 a otro de los jóvenes de la plantilla, también internacional el pasado verano con su selección en el Eurobasket, la georgiana. Hablamos de Burjanadze, alero de 19 años, 2 metros y 118 kilos, que debido a su envergadura, puede completar el juego interior ante Tuenti Móvil Estudiantes. Hasta el momento no ha disputado más de 10 minutos en casi ninguno de todos sus partidos.
SCOTT BAMFORTH, EL PELIGRO EXTERIOR
Algo más “veterano” es el juego exterior del equipo sevillano, comandado por Marcos Mata. El argentino de 27 años es el mayor del equipo, y otra de las referencias sobre la pista, con su polivalencia en el puesto de alero. Sonó para Tuenti Móvil Estudiantes este verano, aunque finalmente se decantó por Cajasol. Tras un inicio de temporada irregular, se ha recompuesto, y cuando tiene el día en el tiro es un jugador muy peligroso.
Como peligroso es Scott Bamforth, de 24 años pero ante su primera experiencia en Europa. Formado en Weber State –como Lillard-, ya ha demostrado en Sevilla su peligro desde el 6,75. Tirador compulsivo, algo irregular, que no perdona con espacios, algo que tiene que cuidar el equipo colegial.
Completa el “Big Three”, el capitán del equipo, Joan Sastre. El jugador balear, que empezó muy mal la temporada, especialmente en la faceta del tiro, se va recomponiendo y superando el bloqueo, y su papel sobre la pista es también bastante importante.
TODOTERRENO EN LA DIRECCIÓN
Pero el que tiene que tomar el mando tras la baja de Williams es la estrella del equipo, Tomas Satoransky. El checo todoterreno sigue demostrando que es uno de los mejores bases de la competición. Anota desde fuera, primer paso potente, difícil de parar en la penetración, aprovecha su altura para rebotear, y encuentra a sus compañeros cuando reparte asistencias. El gran arma ofensiva de Aíto. S
ecundándole en la dirección, otro jugador que estaba llamado a brillar tras salir de Joventut –no todos son Ricky-, pero que se “estancó” en UCAM Murcia: Josep Franch. Y decimos se “estancó”, porque a su edad, tiene mucho tiempo para dar pasos adelante. Tras un inicio algo titubeante, ha ido a más como el equipo, y es el perfecto escudero de “Sato”.