Lo primero es felicitar a Girona por la victoria y el ascenso a la ACB, les deseo toda la suerte del mundo.
Doy la enhorabuena a mis chicos, no ha sido un año fácil: demasiada presión, pero se han comportado bien y han rendido a buen nivel.
Cuando juegas en un pabellón tan lejos de tu casa, que aprieta mucho, un partido tan importante… el porcentaje no ha sido bueno.
Agradecer a quienes han venido desde Madrid a apoyarnos, lo sentimos porque sabemos que les hacía muchísima ilusión y trabajaremos para devolvérsela.
Del partido tampoco puedo decir mucho. Quiero agradecer a mi staff, que son cojonudos, hicieron un trabajo muy bueno antes de mi llegada y después. También al club por apostar por mi cuando llevaba ocho meses en mi casa viendo el baloncesto por la tele.
Es momento de que el club reflexione y tenga toda la suerte del mundo, él y cada una de las personas que forman parte de él.