Empezaban la batalla de las 9 victorias los habituales de la “era Jota” en Movistar Estudiantes: Barea, Avramovic, Vicedo, Brown y Delgado. Y desde el primer momento fue eso, una batalla, con dos equipos muy metidos y sin especular lo más mínimo, con UCAM Murcia llevando el ritmo: 9-15 mediado el cuarto, tiempo muerto.
Aunque repetía el quinteto Cuspinera, la segunda personal de Delgado obligó a cambiar el guión. Unos minutos después también, cuando Barea – que estaba manteniendo en anotación al equipo, con 7 puntos- tuvo que retirarse al vestuario. UCAM doblaba en rebote a Movistar Estu, por lo que así las cosas, el 18-25 con el que acabó el primer cuarto no parecía mal resultado.
John Roberson y Edwin Jackson asumían galones en el arranque del segundo cuarto: 26-28 tras dos triples consecutivos del estadounidense. Pero Movistar Estudiantes entró pronto en bonus, no se sentía cómodo, y UCAM Murcia lo supo aprovechar: 26-36 mediado el cuarto.
Regresaba Barea, pero en este domingo de resurrección estaba teniendo mucha más fe el equipo de la UCAM. Cada punto costaba un mundo, y cada rebote acababa en manos murcianas. Al descanso, 33-45. Mucho que mejorar.
Repetía el quinteto inicial, pero no empezaba bien la cosa: Webb ponía el 37-51, la máxima. Alec Brown recortaba diferencias (41-51), pero Movistar Estudiantes estaba mostrando una cara muy alejada de su mejor versión: 41-57.
Cada pequeño parcial colegial encontraba respuesta de un UCAM Murcia muchísimo más enchufado. Duro tiempo muerto con 46-61 mediado el cuarto.
Un triple de Vicedo (49-62) y una entrada loca de Avramovic al contraataque (51-62) fueron respondidas por un triple de Bellas y un contraataque rápido de Webb III (51-67). Al último cuarto se llegaba con un poco esperanzador 56-69.
Roberson, Jackson, Sola, Brown y Arteaga comenzaban el último periodo; pero no cambiaba el guión: lo positivo en ataque no encontraba reflejo en defensa. 59-74 tras dos minutos.
UCAM entró en bonus pronto, ese sería el clavo ardiendo al que agarrarse, aunque hoy los tiros libres no estaban siendo precisamente el arma más fiable: 65-79 mediado el cuarto.
A la desesperada, con más fe que acierto, lo intentaba un nervioso Movistar Estudiantes, que en este cuarto tenía en Víctor Arteaga a su ariete ofensivo. El tiempo pasaba: 69-81 y tiempo muerto visitante a falta de 2:51.
No hubo amago de remontada: al final, 75-85 y balance de 9-19 antes de afrontar dos complicadas salidas en Liga Endesa. Esto no va a ser fácil, pero lo vamos a sacar.
Fotos: Alberto Nevado / Movistar Estudiantes