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Se resistió, pero como en un símbolo del cambio de cara que necesita el equipo para salir de los puestos de descenso, por fin Tuenti Móvil Estudiantes logró la cuarta victoria, y por fin volvió a ganar en el Palacio de Deportes.
Lo hizo ante un Gipuzkoa Basket Club que se jugaba la clasificación para la Copa del Rey, y por lo tanto, teniendo en la distancia, a 2.500 kilómetros, a unos inesperados «estudiantiles por un día»: los hinchas del Iberostar Tenerife, el equipo que con la derrota donostiarra lograba sellar su pasaporte copero.
Pero a Tuenti Móvil Estudiantes las cuentas coperas le interesaban poco: lo importante era cerrar la primera vuelta con una victoria que sirviera para seguir mirando hacia arriba, para ratificar con lo que cuenta, los resultados, la mejora de las últimas semanas.
Se hizo, y para ello, hubo dos ingredientes básicos: uno, la defensa. Xavi Rabaseda secando a Jason Robinson, que llegaba a Madrid como máximo anotador de la Liga Endesa y se fue con sólo 12 puntos, la mayoría de ellos desde el tiro libre, personifica el que fue un trabajo colectivo que dio sus frutos, especialmente la primera mitad, en la que GBC se quedó en sólo 19 puntos.
Y el otro ingrediente para la victoria colegial fue la comunión entre la plantilla y la grada. Una hinchada volcada -ya desde el viernes cuando medio centenar de dementes demostraron su apoyo en el entrenamiento del equipo- transmitió a los hombres de Txus el plus de energía que necesitaban, especialmente cuando Gipuzkoa Basket volvió a meterse en el partido tras el paso por vestuarios.
Y eso que los vascos empezaron poniéndose por delante: 6-10 de salida. Y desde ahí… parcial de 17-0 liderado por Slokar -hoy tremendo su duelo con David Doblas- y Kuric para terminar el primer cuarto 15-10 y seguir aumentando la diferencia en el segundo (23-10 hasta que se rompió el parcial).
Construyendo desde la defensa, Tuenti Móvil Estudiantes se iba poco a poco: al descanso se llegó con una canasta tras rebote de Banic -qué manera de demostrar su clase en ataque esta tarde el croata- que puso la máxima diferencia: +20, 39-19.
El paso por vestuarios trajo de nuevo viejos fantasmas a la parroquia del Palacio: Winchester lideró un parcial de 0-8 que metía de nuevo al Gipuzkoa Basket en el partido.
Pero los de Vidorreta supieron mantener la calma para tener siempre a los de Sito Alonso entre 8 y 10 puntos. Taponazo por detrás de Rabaseda a Neto para que Tuenti Móvil Estudiantes volviera a ponerse las pilas en defensa.
Así, cuando no era Slokar desde 4 metros, era Banic desde 5, o Colom penetrando, o Jaime Fernández -en su nuevo rol como escolta- más suelto y descarado si cabe. Todo ello dirigido, durante muchos minutos, por un Andrés Miso que se sentía cómodo como base (repartió 6 asistencias).
Al último cuarto se entró con 55-40. Y aunque en los últimos diez minutos David Doblas asumió las responsabilidades que le corresponden como líder que es del GBC, su quinta falta personal permitiĺó respirar aliviados a los aficionados colegiales.
Sin rebajar el ritmo defensivo, Tuenti Móvil Estudiantes se permitió adornarse en ataque en los minutos finales, con un pase sin mirar de Colom a Slokar o un alley-hoop de Jaime Fernández para Kyle Kuric. Un premio a la sufrida afición estudiantil, que este domingo se fue contenta y agradeció, en pie, el partidazo que habían disfrutado.
Tuenti Móvil Estudiantes 72 (15-24-16-17)
Fernández 7, Vicedo 0, Colom 11, Banic 13, Kuric 13, Rubio 0, Rabaseda 5, Miso 2, Ivanov 8, Slokar 13.
Gipuzkoa Basket 61 (10-9-22-20)
Motos 0, Neto 7, Hanley 2, Ramsdell 10, Doblas 14, Salgado 3, Olaizola 0, Robinson 12, Cortaberría 0, Winchester 13.
