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El Palacio de Deportes disfrutó en la matinal del domingo de un partidazo de los que hacen afición entre Tuenti Móvil Estudiantes y Laboral Kutxa, un clásico del basket que no defraudó. La afición colegial gozó, sufrió, celebró, se enfadó, se emocionó… y se fue con la cabeza alta pero decepcionada por la derrota en un encuentro que no se decidió hasta los últimos segundos.
No hicieron falta ni Lamar Odom, ni Lucas Nogueira para que fuera un partido espectaclar, donde los colegiales cayeron por un 84-87 que no les permite terminar de despegar y que convierte en más importantes si cabe los siguientes choques ante UCAM Murcia, Baloncesto Fuenlabrada y La Bruixa D’Or.
Los 25 puntos de un enchufadísimo Kyle Kuric no sirvieron ante los 15 triples en 29 intentos de un Laboral Kutxa que vivió de eso, del lanzamiento exterior, y que casi muere por ello. Los vitorianos parecieron romper el partido en múltiples ocasiones, la última faltando sólo 12 segundos, pero una y otra vez se dejaban llevar por el caos que sobrevolaba en la calle Goya.
La cosa empezó haciendo honor al nuevo lema colegial, pero por parte de ambos equipos: caos. Mandaba el ataque sobre la defensa, para alegría de los aficionados y disgusto de Scariolo y Vidorreta: 24-32, con 6 triples baskonistas, mientras que el Tuenti Estu vivía del acierto interior de Slokar e Ivanov.
Ante el acierto visitante, a Tuenti Móvil Estudiantes le tocó apretar en defensa, y encomendarse a un Kyle Kuric que tuvo minutos de dos y de tres ante los problemas de faltas de Xavi Rabaseda. Precisamente eso, el criterio arbitral con las faltas, empezó a poner nervioso al respetable, que pedía una y otra vez zona de Tibor Pleiss, y de paso a la plantilla: poco antes del descanso, el Palacio era un concierto de pito y Laboral Kutxa se iba poco a poco en el marcador. 36-51.
¡Tocaba apelar a la épica! Otra vez con Van Lacke de base (hoy con más razones, ante la baja de última hora de Jaime Fernández por un proceso gripal) , Tuenti Estu supo apretar en defensa. A la contra, la ventaja gasteiztarra se iba diluyendo poco a poco y los colegiales se pusieron a cinco puntitos: 55-60. Pero algunas decisiones precipitadas (¿o quizá caóticas?) permitieron al Laboral Kutxa salir vivo de un tercer cuarto que perdió 28-20. 64-71 tras un, cómo no, triple de Mainoldi, para entrar al último cuarto.
Se notaban los nervios y Laboral Kutxa se las veía y se las deseaba para mantener su ventaja. Un triplazo de Kuric, absolutamente on fire, abría el cuarto pero Ivanov se retiraba con molestias en un dedo en el momento menos oportuno. Hanga, desde el triple claro, ponía el 67-76 a falta de ocho minutos. Los dos equipos insistían en fallar una y otra vez para que unos no terminaran de cerrar el partido y los otros de creerse que podían remontar.
…y así pasó lo que pasó. Con el partido prácticamente resuelto para Baskonia tras salirse una bandeja de Slokar y anotar fácil Heurtel en la contra (78-84) faltando 12 segundos, Hanga cometió antideportiva sin estar el balón todavía en juego. ¡Había vida! Aquí no se rinde nadie, y primero anotó Van Lacke los tiros libres y después Colom anotó un triplazo que ponía la cosa en un punto (83-84) faltando 8 segundos.
Carrusel de faltas, de posesiones inexistentes, de tiros libres… y la última ocasión colegial que no funcionó. Kuric cogió el rebote del segundo tiro libre de Van Lacke a 2.8 segundos para el final, pero Slokar hizo falta a Pleiss al otro lado. Desde el 4.60 el alemán no perdonó y aunque el tiro forzadísimo de Colom tocó el aro… ya era tarde. 84-87 y buen sabor de boca pero una nueva derrota.
84 – Tuenti Móvil Estudiantes (24+12+28+20): Van Lacke (17), Rabaseda (2), Miso (2), Ivanov (12) y Slokar (11) -equipo inicial-, Colom (11), Banic (4), Kuric (25) y Rubio.
87 – Laboral Kutxa (32+19+20+16): Nocioni (9), San Emeterio (15), Pleiss (11), Heurtel (10) y Causeur (5) -equipo inicial-, Mainoldi (9), Poeta (5), Hanga (6), Diop (2) y Jelinek (15).
Árbitros: Juan C. Arteaga, Castillo y Jordi Aliaga. Diop (min.37) fue eliminado por cinco personales.
Incidencias: Partido correspondiente a la vigésima tercera jornada de la Liga Endesa disputado en el Palacio de Deportes de Madrid ante unos 8.514 espectadores. Se guardó un minuto de silencio en memoria de Luis Gonzalo y J. Manuel Díaz, exprofesores del Ramiro de Maeztu fallecidos en la sierra de Gredos.
