
Justise Winslow, de solo 16 años, juega con Estados Unidos el mundial sub17 de Kaunas. El alero de 1.96 és hijo de Ricky, quien estuvo cinco temporadas en el Estudiantes.
Con una sonrisa de oreja a oreja. Así me atendió Justise Winslow en la zona mixta del Zalgirio Arena después de la paliza que le endosó Estados Unidos a China (116-47) en el último partido de la primera fase del Mundial sub-17 de Kaunas (Lituánia). Le saludé y lo primero que le dije fue la palabra «Estudiantes». Sabía de lo que le hablaba. He pasado tres días en la ciudad lituana para cubrir el evento para la web Eurohopes, pero he quedado sorprendido de jugadores no europeos como el argentino Gabriel Deck, los australianos Dante Exum y Ben Simmons, y algín que otro americano.
Y entre estos, el hijo de Ricky Winslow, que con 1.96 y solo 16 años ha destacado por los muelles de sus piernas, con mates realmente espectaculares a pesar de ser un año más joven que la mayoría de jugadores del torneo. Los americanos van directos al oro, con un equipo que físicamente no puede ser parado por nadie. Tal como pasó en la primera edición del campeonato, jugado hace dos veranos en Hamburgo (Alemania), donde brillaron otros jugadores que acaban de ser escogidos en el draft (Beal, Gilchrist, Drummond, Wroten, Teague), en la ciudad lituana se han citado otros que en un par o tres de temporadas seran objetivo de las franquicias de la NBA.
Winslow suma 6,4 puntos, 6,6 rebotes y 2.6 recuperaciones, el segundo mejor registro del campeonato, en solo 19 minutos. Aún le quedan dos años en el instituto St. John’s de Houston (Texas), donde tiene de entrenador a su padre. Algunas de las mejores universidades del país ya se han interesado. Él de momento, como el resto del equipo entrenado por Don Showalter, tiene el título mundial entre ceja y ceja. «Mi padre siempre me comenta que le gustó mucho su etapa en el Estudiantes, destacando muchas cosas de Madrid y el tipo de vida de allí. Lástima que no haya podido venir
El joven jugador añade que «está siendo un buen campeonato. Hay equipos muy buenos, con diferentes estilos de juego, y los respetamos». Personalmente explica que «sólo quiero ayudar a mi equipo a ganar, con lo que se me pida. Queremos la medalla de oro«. El objetivo del alero es «llegar a ser profesional, pero antes hay la universidad. Quiero ser Mcdonald’s All America, y divertirme».
El americano está demostrando de sobra sus capacidades físicas que ha heredado de su padre, en un equipo donde el jugador con mas proyección es sin duda Jabari Parker, pero que por culpa de una lesión en un pie juega poco. A su lado piezas como Jahlil Okafor, Stephan Domingo o Stanley Johnson brillan con luz propia. Solo un tropiezo enorme les separaría del oro.