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La verdad es que no tengo ni idea de cómo empezar esto. Nunca se me han dado bien este estilo de cosas, pero bueno, allá vamos.
La temporada que viene no voy a jugar en Estu. Ha sido una decisión difícil de tomar y ese es el motivo por el que escribo esto.
Hace más o menos 4 años Fito vino a Valladolid una mañana a hablar conmigo. Me habló de ilusión, de ganas, de valores, de un equipo joven con ganas de comerse el mundo. Todo eso era cierto. Pero no me contó lo más importante: que iba a encontrar un hogar.
Son muchísimas las cosas buenas que he podido vivir estos años. El ascenso en León, jugar un año en LF, ver Magariños lleno, bañarnos en Delfines (algunas más que otras)… Pero por encima de todo eso, que es mucho, me quedo con el haber sido capaz de formar parte de algo tan especial. No sé muy bien cómo explicarlo. Este año cuando veía la fase de ascenso me era imposible no pensar a León. Pero las imágenes que me venían a la cabeza no eran de jugadas o resultados. No, me acordaba de nuestros bailes en el vestuario, las horas de risas que podíamos pasar en cada cena con nuestros juegos (aunque casi costaran la vida de alguna), las sesiones de estudio y series (casi mas lo segundo) o el mejor grito prepartido de la historia.
Poder ser parte de eso, de esta familia, no solo en León sino en cada uno de estos años ha sido un privilegio. Representar a un club basado en valores de esfuerzo y generosidad. Ver que había gente que nos acompañaba cada fin de semana fueran cuales fueran los resultados. Tener a niñas que se supieran todos nuestros nombres y ver como en estos 4 años no se perdían ni un partido. Sentirme afortunada cada año al hacer la foto de cantera y ver lo increíble que es el Estu y las personas que día a día trabajan en él.
El poder poner mi granito de arena a todo esto es de las cosas que más feliz me han hecho sentir en mi vida. Ha habido momentos muy buenos y otros peores, pero siempre me he sentido enormemente orgullosa de estar aquí. Lo que me habéis aportado, un hogar para una chica de 18 años recién llegada a una ciudad enorme, es algo por lo que os estaré siempre en deuda.
Gracias a todas las compañeras y cuerpo técnico que he tenido a lo largo de estos años (por supuesto también incluidas nacionales y juniors) por aguantarme y ayudarme siempre. Ha sido precioso recorrer este camino juntos.
A muchas de vosotras (y vosotros) siempre os estaré agradecida por poder llamaros amigas y saber al 100% que es cierto. Si he podido disfrutar tanto de los buenos momentos y superar los malos ha sido sin duda gracias a teneros a mi lado. Ha sido un autentico privilegio compartir equipo y os prometo que me vais a tener ahí cada vez que os haga falta. Os llevo siempre a mi lado.
Hace 4 años no sabía la suerte que tenía cuando Fito vino esa mañana. Ahora si lo sé y es muchísima. Gracias a todos por acogerme en esta familia.
Clara Rodríguez
