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DAVID RUSSELL, EL ESPÍRITU DEL VIENTO (fragmento)

4 marzo 2009

Reproducimos un fragmento del capítulo dedicado a David Russell, inolvidable jugador de Estudiantes entre 1984 y 1989, en el libro recién editado «Extranjeros en la ACB» (Ediciones JC)

DAVID RUSSELL, EL ESPÍRITU DEL VIENTO (fragmento)

Fue, en cierto sentido, la primera estrella puramente ACB (Kevin Magee triunfó antes, pero no se quedó). Habíamos tenido otros “matadores” anteriormente, pero ninguno con esas cualidades que hasta entonces sólo habíamos visto en los vídeos de la NBA. Y como buen zurdo fue también un enigma, un jugador con el que muy pocos llegaron a conectar en el terreno personal y que un día desapareció, probablemente de manera deseada, sin dejar más rastro que un puñado de rumores en internet.

Actualmente han cambiado mucho las cosas, pero a mediados de los ochenta los equipos seguían con interés los descartes finales de la NBA. Aunque se producían con las ligas europeas ya comenzadas, valía la pena dejar una puerta abierta a esos jugadores, ya que el mismo hecho de ser descartados en el último momento sugería una calidad superior a la normal. Lo habitual era que esas ofertas de última hora terminaran en el baloncesto italiano, entonces más poderoso que el español, pero en 1983 se había creado la nueva liga ACB, que sustituía a la antigua liga nacional y que ampliaba a dos las plazas de extranjeros. Eso permitió a Miguel Ángel Paniagua traer a dos americanos de gran nivel que ofreció a varios equipos; uno de ellos era Kevin Magee, que fichó por el CAI, y el otro era David Russell, que fichó por el Joventut. 

Curiosamente, el que fue ofrecido a Estudiantes no fue Russell sino Magee, según recuerda el entonces entrenador de Estudiantes Paco Garrido: “Una noche de noviembre me llamó Paniagua y me dijo: ‘Mira, Paco, tengo a un jugador que te puede hacer campeón de liga.’ O por lo menos a salir de los apuros que pasábamos. Y me habló del fichaje de Kevin Magee. Yo le dije: ‘Sé quién es y me parece un jugador excelente, pero yo no puedo echar a un jugador que se está comportando y está rindiendo para fichar a otro, aunque sepa que tiene más calidad.’ Y no lo fichamos.”

El fichaje de David Russell por el Joventut no estuvo exento de polémica, recogida en la revista “Nuevo Basket”, lectura obligada en la época. El equipo había empezado la temporada con Walter Jordan, un alero americano que venía de hacer un gran año en Valladolid. Era un jugador muy diferente de Russell, mucho menos atlético a pesar del apellido Jordan pero con mejor tiro y abundantes recursos técnicos; sin embargo, su rendimiento no era totalmente satisfactorio, y para colmo se lesionó, lo que le hizo perderse algunos partidos y jugar visiblemente disminuido en otros. Cuando se tomó la decisión de sustituirlo, el club alegó como causa sus problemas físicos, mientras que el jugador insistía en que se trataba de una decisión técnica y se despedía con un gran partido con su sustituto ya en la grada.

Inicialmente, la impresión que causó David Russell en el Joventut fue inmejorable. Aíto declaraba su asombro ante su espectacular salto y su potencia física, y los aficionados llenaron completamente el pabellón para ser testigos de su debut. Russell no decepcionó, sumando 29 puntos, 17 rebotes y varios mates como no se habían visto nunca en España. Sin embargo, la “luna de miel” no duró demasiado. El Joventut, que había hecho una primera fase espectacular y era líder con una sola derrota, se desinfló al avanzar la liga y sufrió un inoportuno desfallecimiento en la parte decisiva de la temporada. Cayeron en semifinales de la Copa, terminaron quintos la segunda fase de la liga y el Real Madrid los eliminó sin dificultad en el cruce de semifinales…

Fragmento de «David Russell, el espíritu del viento», de Máximo José Tobías. Extraído del libro «Extranjeros en la ACB» publicado por Ediciones JC.  http://coleccionbasketjc.atspace.com/