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EL SEÑOR MONEO, UN ENAMORADO DEL RAMIRO Y EL ESTUDIANTES (y 3)

22 mayo 2009

Terminamos el artículo homenaje a Juan Francisco Moneo, presidente de Estudiantes entre 1983 y 1998 recientemente fallecido. Hablamos de la etapa final de su mandato, que coincidió con los 50 años de la fundación del club colegial.

EL SEÑOR MONEO, UN ENAMORADO DEL RAMIRO Y EL ESTUDIANTES (y 3)

Tercera parte del perfil del presidente estudiantil entre 1983 y 1998 Juan Francisco Moneo, recientemente fallecido.

SE ACABÓ EL AMATEURISMO

Los tiempos seguían cambiando. La Ley del Deporte de 1990 obligó a casi todos los clubes deportivos de elite a convertirse en Sociedades Anónimas. Definitivamente, Estudiantes no podía, aunque quisiera, seguir siendo gestionado como un equipo de colegio. Además, los éxitos deportivos hacían que las expectativas de resultados estuvieran más altas.

“Tras Estambul muchos creyeron que éramos grandes, y sin embargo lo que queríamos es ser un club grande sin dejar de ser pequeño. Siempre fuimos económicamente menores respecto a los clubes que maman de la teta del fútbol”, recordaba en el momento de su retirada.

En el particular caso de Estudiantes, la S.A.D. se encargaría únicamente del equipo ACB, mientras que el resto de equipos serían cosa del Club. Una bicefalia un tanto complicada pero inevitable.

En estos años también aparecen los primeros equipos femeninos en un club tradicionalmente masculino como Estudiantes. El Ramiro había dejado de ser un colegio unisex, y el propio Moneo recuerda, en el documental de la historia colegial recientemente estrenado, cómo “subieron a mi despacho unas chicas que no levantaban más de un metro y medio del suelo y me dijeron `Presidente, nosotras también queremos jugar al baloncesto´”.

El último lustro de su exitoso mandato estuvo marcado por tres acontecimientos muy diferentes entre sí: la marcha de Alberto Herreros al Real Madrid, el cambio de patrocinador tras casi veinte años con la Caja Postal-Argentaria y la celebración de las bodas de oro de la fundación de Estudiantes.

Sobre la polémica salida del escolta de Fuencarral quedaría para la historia una frase legendaria: “el Real Madrid de nuevo se ha equivocado: se han vuelto a llevar al malo” (en referencia a quien seguía en el Estu, Juan Aísa y a marchas anteriores). Pero llegada la hora de hacer balance, Moneo volvía a demostrar que estaba hecho de otra pasta: “para mi, Herreros es entrañable, le quiero, como quiero a Orenga y a todos los que estuvieron aquí”.   El cambio de patrocinador y el Cincuentenario llegarían en las mismas fechas: la temporada 1997-98. Sería ésta la última de Moneo en la primera línea de fuego colegial. La salud ya le había dado un aviso –tantos años guiando al Estudiantes no son buenos para el corazón- y dejaba al Club encarrilado: con un nuevo y prometedor sponsor, Adecco (que acentuaría la línea de profesionalización del club y estuvo vinculado a Estudiantes ocho temporadas), con un sucesor con sobrada experiencia como era Alejandro González Varona y con su historia más presente que nunca.   “Creo que he hecho lo que me había marcado desde el comienzo: mantener el espíritu del club, cuidar la cantera mientras el equipo ACB lograba excelentes resultados”, declaraba en su despedida. En mayo de 1999 recibió la Real Orden del Mérito Deportivo, concedida por el Consejo Superior de Deportes.   Ahora la Demencia ya no podrá volver a cantar más de “calienta Moneo, que esto se pone feo”. Nos ha dejado el último romántico. Ese que reconocía, bajo los efectos de la anestesia al salir de quirófano, que quería tanto a Estudiantes como a su esposa.   Descanse en paz, señor Moneo.    

Juan Francisco Moneo en su último año como presidente (Foto: GIGANTES)

 
Hoy  viernes a las 19:30h será el funeral en memoria del Sr. Moneo, en la iglesia del Espíritu Santo, anexa al Ramiro (calle Serrano 127).
 


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