
Tras los fiascos de Indianápolis 2002, Atenas 2004 y Japón 2006 el orgullo baloncestístico estadounidense estaba herido, y los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 eran su última oportunidad para recuperar el prestigio perdido. Si el baloncesto FIBA volvía a subírsele a las barbas al NBA, ya jamás se bajaría.
Así pues este torneo olímpico se lo tomaron en serio de principio a fin, y se plantaron en la final invictos, habiendo vencido con absoluta autoridad a las principales potencias y sus anteriores verdugos en las fases previas: Grecia, Argentina… y a su rival por el oro, el campeón del mundo y subcampeón de Europa: España.
Pero lo que a priori podía parecer que iba a ser un paseo militar del más digno heredero del Dream Team de 1992 que hemos podido ver desde entonces fue un partidazo con opciones para ambos equipos, jugadas increíbles y todo un recital ofensivo. España se quitó el miedo y jugó de tú a tú… pero al final no pudo ser.
Durante los primeros 6 minutos, los de Aíto mandaron en el marcador… pero enseguida los “yankis” pusieron en marcha el rodillo para que fuera a España a quien le tocara perseguir a su rival. Cuando parecía que iban a marcharse definitivamente, como habían hecho en todos los partidos anteriores, los españoles dijeron que no, que esta vez no. No iba a serles tan fácil.
El madrugón valió la pena pese a la derrota. Pese a que siempre hay que confiar en las posibilidades propias, la verdad es que ni los más optimistas pensaban que España pudiera estar a sólo dos puntos de estos Estados Unidos a falta de ocho minutos. Que se entrara en los últimos tres minutos con opciones… en definitiva, que se jugara de tú a tú a un rival muchísimo más poderoso. Algo que siempre ha gustado mucho en la familia estudiantil, por cierto.
Al final, a estas alturas todos lo sabemos, medalla de plata, y la selección española de baloncesto que iguala su mejor resultado en unos Juegos Olímpicos, 24 años después de aquella inolvidable final de Los Ángeles´84. Lo que también parece es que llega el final de un ciclo glorioso para el baloncesto español a nivel de selecciones, pero eso toca juzgarlo de cara al Eurobasket 2009, la próxima gran cita. Por ahora, a disfrutar con la plata, y sobre todo, a disfrutar de nuestra liga.