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Duelo fratricida el próximo domingo en el Barclaycard Center. Como hace unas temporadas, Movistar Estudiantes y Obradoiro vuelven a enfrentarse en un duelo directo por la permanencia, que a buen seguro les gustaría evitar a las aficiones de ambos conjuntos, hermanadas desde hace tiempo en Liga Endesa. Es habitual el desplazamiento de colegiales a Santiago en los partidos en el Fontes do Sar, y esta jornada los gallegos devolverán visita a los dementes organizando un autobús para apoyar a los suyos en el vital choque, en el que seguro reinará el buen ambiente.
Pero hay un jugador para el que el choque será, si cabe, todavía más dramático. Se trata de Pavel Pumprla, que el domingo se reencontrará con su (emotivo) pasado en España, enfrentándose por primera vez como rival al que ha sido su equipo durante 3 campañas en nuestro país.
LA MORRIÑA DE PAVEL
Y es que la etapa de Pavel Pumprla en Santiago no es una más dentro de su carrera deportiva. El checo, en sus tres temporadas en la ciudad gallega, consiguió hacer del Fontes do Sar su hogar y de la afición de Obradoiro su familia. Integrado perfectamente en el equipo, su entrega y buen hacer sobre la pista le valió para ganarse el cariño de la gente, que le despidió como un histórico del club.
Pumprla llegó a Santiago la temporada 2012-13 procedente del Nymburk, y hasta el pasado año fue una pieza clave en el esquema de Moncho Fernández, manteniendo una impecable regularidad y siendo fundamental en defensa.
En su primera temporada Pumprla promedió 7 puntos y 9 de valoración en 22 minutos, cifras que mantuvo en su segundo año (7 puntos y 8 de valoración en 24), y en su última temporada en el conjunto gallego (7 puntos y 9 de valoración en 25). Un reloj que levantaba a los aficionados del Fontes do Sar de sus asientos por su entrega y acciones espectaculares, y que salió, con tristeza, el pasado verano, aunque sin olvidar ni dejar de seguir a su ex equipo.
Su adaptación fue tal que se terminó atreviendo con tweets en gallego:
Tres é un número máxico. Quero ver q grandes cousas faremos esta tempada. para gañar todo, todos xuntos de novo! #cousasgrandes
— Pavel Pumprla (@pampeX6) 28 de julio de 2014
Y destacaba por dejarse, literalmente, la sangre por su camiseta:
Si esto no es bastante, no me importa, tengo seis litros mas para proxima vez Todo por Obra! Vamos! pic.twitter.com/NUNuRBE3ON
— Pavel Pumprla (@pampeX6) 8 de diciembre de 2013
En definitiva, un choque especial para Pumprla, como reconoce, aunque en la pista no existen amistades: “veo el partido ante Obradoiro como interesante para mi, después de 3 años jugando allí, especial, pero ahora visto la camiseta de Estudiantes y haré todo para que nos salvemos”.
MADRID RÓUBANOS
No solo un triunfo que le permita alejarse de los puestos de descenso es lo que busca Rio Natura Monbus Obradoiro en su visita de este domingo a Madrid, también estrenarse ante Movistar Estudiantes como visitantes.
Y es que los gallegos bien podrían entonar eso de “Madrid róubanos” -Madrid nos roba-, porque el “déficit” de Obradoiro en sus visitas a la capital para enfrentarse a Estudiantes es demoledor (-6), 0 victorias y 6 derrotas. Los de Moncho solo han conseguido una victoria en tierras madrileñas, ante el Real Madrid, con el que su balance como visitante tampoco es demasiado bueno (1-6). Ríete tú de las balancas fiscales de Cataluña.
Para descubrir el primer choque de Obradoiro ante Movistar Estudiante en la capital tenemos que remontarnos a la temporada 82-83, en la que los gallegos cayeron por un marcador de 80-68. Hasta la campaña 2009-2010 no se volvieron a ver las caras los dos equipos, con 5 partidos y 5 victorias colegiales… todas por encima de los 10 puntos: 90-66 la 09-10, 79-62 la 11-12, 89-66 la 12-13, 87-77 la 13-14, y 79-57 el pasado año. Números para olvidar.
En definitiva, Rio Natura Monbus Obradoiro tendrá que luchar el próximo domingo ante el buen hacer como local de los últimos partidos de Movistar Estudiantes, y su maldición en Madrid, ya que su victoria supondría estrenarse como visitantes a los colegiales. Eso sí, llegaría en el mejor momento posible. Que siga su racha.
