LAS CARAS NUEVAS DE MMT ESTUDIANTES: TOM WIDEMAN

• en Noticias

Tom Wideman nació en la localidad estadounidense de Hartsville, Carolina del Sur, el 5 de noviembre de 1976, por lo que poco antes de la jornada 7 cumplirá 32 años. La de este pívot de 2´10 es una carrera atípica, ya que su debut en ACB se produjo con 28 años tras haber pasado por las ligas menores estadounidenses, la LEB española, la liga inglesa, la alemana e incluso ¡la peruana!

Sus comienzos en el baloncesto, como en el caso de tantos jugadores estadounidenses, fueron en el “high school”. Para Wideman, su etapa de instituto fue en el Walton de Marietta, Georgia. De ahí el habitual paso a la universidad: estudió y formó parte del conjunto que disputaba la NCAA de la Clemson University entre 1995 y 1999. Consiguió la impresionante marca de 129 partidos consecutivos con los “tigres”, lo que da una idea de la regularidad de Tom aunque ha sido capaz de superar esta marca en su etapa en España.

En las filas de Clemson coincidió con el que fuera ala-pívot colegial Iker Iturbe, con el que mantiene una buena relación de amistad. La misma universidad en la que se formaron jugadores como Horace Grant, Will Solomon, Elden Campbell o Dale Davis.

Pese a probar en ligas de verano previas al draft, no fue elegido por ninguna franquicia de la NBA, y únicamente consiguió que le eligieran en una tercera ronda de la CBA (Fort Wayne Fury) y un número 7 de primera ronda de la USBL (Raleigh Cougars), y en esta última liga es donde debutó como profesional, con Pennsylvania Valley Dawgs en 1999, donde duró poquito. Siguió intentando hacerse un hueco en la NBA, pero acabó en el equipo de CBA que le había escogido, los Fury, con los que fue “All Star” entre los jugadores de primer año.

BAILE DE EQUIPOS EN LAS LIGAS MENORES DE EEUU
Fueron unos inicios en el profesionalismo muy duros: ese año 2000 también jugó la USBL con Pennsylvania y Dodge City Legend; y se embarcó en la aventura de jugar un par de meses en la liga de Perú, con Guaiqueries de Margarita. Poco le duró el espíritu aventurero, y regresó a su anterior equipo “yanki”.

La temporada 2000/01 Wideman dio el salto a Europa, a un histórico pero de una de las ligas más débiles del continente: los London Towers británicos. Fue cortado del conjunto londinense en el mes de enero, pero enseguida encontró otro equipo en Europa: el Frankfurt Skyliners alemán.

No acabó muy contento de esta primera experiencia europea, y retornó a los Estados Unidos en busca nuevamente de hueco en la NBA: jugó la campaña 2001/02 con los Greenville Groove de la liga de desarrollo. Pero nada.

ESTRELLA EN LA LEB
Así que vuelta a Europa, y esta vez sí fue la buena. Firmó por el Ulla Oil Rosalía de la liga LEB, y consiguió hacerse un nombre en la categoría de plata del baloncesto español. La razón fueron sus 17 puntos y 9,4 rebotes en 33 minutos en cada uno de los 27 partidos de liga regular que jugó, para una valoración media de 20. El conjunto gallego, sin embargo, acabó descendiendo tras una temporada bastante floja.

Pero la temporada de Tom no había pasado desapercibida, y en 2003/04 jugó con uno de los históricos de la LEB, el Gijón Baloncesto. Con los asturianos jugó la liga completa, los 34 partidos, aumentando sus prestaciones con respecto al Rosalía: 18,3 puntos y 9 rebotes en 30 minutos, para 23 de valoración media. El Gijón tuvo un año discreto, sin playoffs, pero Tom había estado espectacular.

EL GRAN SALTO EN FUENLABRADA
Así pues, en la 2004/05 irrumpía en la liga LEB un equipo recién descendido de ACB pero con necesidad imperiosa de recuperar la categoría para garantizar su viabilidad como club. Un proyecto serio y con una terna de jugadores comprometidos con él como Ferrán López, Francesc Solana o Salva Guardia, dirigidos por un técnico campeón de ACB pero que necesitaba recuperar el prestigio que había perdido tras un muy mal año en Alicante: Luis Casimiro. El Fuenlabrada decidió reforzarse con ese pívot blanco con pinta de leñador que tan bien lo había hecho en Galicia y Asturias.

Así, Wideman se ganó el respeto de todos con una grandísima temporada en un “Fuenla” que fue un auténtico ciclón en la LEB. El ascenso no fue ni mucho menos un paseo militar, sino que incluso tuvo sus puntos de heroísmo como en los playoffs decisivos contra el Ciudad de Huelva. Y el papel de Tom en aquel “Fuenla” fue vital: jugador más valioso de la Copa del Príncipe que conquistaron en Huesca (14 puntos y 10 rebotes en los dos partidos); 15,3 puntos y 8,9 rebotes en los 34 partidos de liga regular; y 9,5 puntos y 6,7 rebotes en los 9 de playoffs.

El Fuenlabrada conseguía su retorno a la liga ACB, y el club madrileño apostó por renovar la base que había conseguido el ascenso, y entre ellos estaba Wideman, que a los 28 años debutaba en 2005 en la máxima categoría española tras haberse recorrido medio mundo.

En el Alta Gestión Tom conseguiría una estabilidad que no había tenido desde sus tiempos universitarios, algo que reflejaron sus números. Continuidad (no se ha perdido ni un solo partido en sus 3 campañas en ACB) y confianza que le han permitido demostrar que es un pívot más que válido para esta categoría. Con una media de 26 minutos; 10,9 puntos; 6 rebotes y 13,7 de valoración en sus tres últimas temporadas, no son números de estrella pero sí de un jugador que siempre aporta, justo lo que necesita MMT Estudiantes.

Es más, cuando podría pensarse que el jugador va a ir decayendo es cuando ha tenido sus mejores actuaciones: ha sido dos veces “Jugador de la semana” en la liga ACB y ambas fueron la pasada temporada 2007/08: en la jornada 3, donde ante el Tau Cerámica se fue a los 37 de valoración gracias a sus 23 puntos (9/12 en tiros de dos) y 9 rebotes; y en la jornada 25 donde alcanzó los 42 de valoración, con 24 puntos (8/9 en tiros de 2) y 15 rebotes.

Ahora llega a MMT Estudiantes, donde volverá a encontrarse con el entrenador que le ha “descubierto” para la elite, Luis Casimiro. Wideman ocupará al menos durante una temporada el puesto de “cinco” del que demasiadas veces ha carecido el club colegial con la confianza que da contar para esa posición con un jugador veterano que sabe lo que cuesta llegar y asentarse en el baloncesto profesional. Un lujo que además de lo que aporte directamente en la cancha también tendrá mucho que aportar en un vestuario con varios jugadores jóvenes necesitados de buenos ejemplos.

Además, pese a su edad, un dato que dice mucho sobre Wideman: desde que fichó por el Baloncesto Gijón la temporada 2003/04 no se ha perdido ni un partido oficial: los 34 de liga LEB con el Gijón; los de liga, Copa del Príncipe y playoffs con el “Fuenla” al año siguiente; y todos los partidos de liga en las tres campañas que lleva en ACB. Todo para sumar la friolera de 181 partidos consecutivos.