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El poner un árbol navideño es hoy en día rutina en estas fechas, pero esto no siempre fue así. Cuenta una de las teorías sobre el inicio de esta tradición que el primer árbol navideño se colocó en Riga en el año 1510, así que de ser cierta esta teoría, esta costumbre nació en Letonia. Y allí también nació, el 30 de enero de 1991, Linda Rubene, una de las principales referencias interiores del Movistar Estudiantes de LF2.
Fue hace cuatro temporadas, en la 2013-14, cuando Linda aterrizó en el baloncesto español, más concretamente en el Club Deportivo Zamorat, y tras pasar dos temporadas en las filas del CREF ¡HOLA!, este verano decidió aceptar la oferta estudiantil y seguir con su carrera en el Polideportivo Antonio Magariños.
Son más de tres años los que lleva en España, y pese a estar muy cómoda aquí, las Navidades son unas fechas muy especiales para ella. «Siempre paso la Navidad en Letonia con mi familia y es un momento muy especial para todos nosotros, ya que durante la temporada de baloncesto estoy muy lejos de casa», asegura Linda.
Además confiesa que vive con especial ilusión estas fiestas gracias a su sobrino de 8 años, ya que le «encanta ver cómo le brillan los ojos cuando ve los regalos de Santa Claus debajo del árbol de navidad».
Y es que al contrario de lo que pasa en España, el encargado de traer los regalos es Santa Claus (Ziemassvetku Vecitis en letón), y no los Reyes Magos. Pero antes de abrir todos los regalos, está la cena de Navidad.
La tradición pagana
La cena del 24 de diciembre es para celebrar la víspera del nacimiento de Jesús, aunque en muchos sitios de Letonia lo que se celebra es la llegada del solsticio de invierno, cuando los días vuelven a ser más largos y las noches más cortas.
Aun así, se celebre lo que se celebre, lo importante para Linda es que toda su familia se junta para esta noche tan especial, que arranca con la cena.
Siguiendo las tradiciones paganas, en Letonia durante esta cena tiene que haber nueve platos diferentes, ya que eso es «señal de que se va a tener un rico y prospero año nuevo».
La jugadora colegial añade que «para no llorar durante todo el año siguiente» uno de los nueve platos debe ser un cocido de guisantes grises, tal y como dice un refrán letón.
Además, otros platos típicos de estas fechas son los rollos de bacon, cerdo, col y patatas. Y por supuesto, también hay lugar para los dulces, entre los que reinan los pasteles y las galletas de pan de jengibre, el favorito de nuestra Linda Rubene.
Todos esos platos los riegan con vino caliente o «glühwein» en Alemania, que es básicamente un vino que se calienta con una serie de especias.
Abrir los regalos
Tras la cena, llega el momento de abrir los regalos que previamente ha puesto Santa Claus alrededor del árbol navideño. Pero estos no se pueden abrir sin más, hay que pasar un ritual previo.
La tradición dice que antes de abrir sus regalos, uno debe cantar un villancico, recitar un poema corto o bailar mientras está de pie junto al árbol de Navidad. «Es probablemente la parte más divertida de la Navidad», confiesa Rubene.
Después de abrir los regalos, llega el momento de los juegos navideños con toda la familia, con los que se cierra esta noche tan especial hasta que a uno le aguante el cuerpo.
Vuelta a los entrenamientos
Con las pilas recargadas tras haber estado estos días con su familia en estas fechas tan señaladas, Linda Rubene volverá próximamente a Madrid.
Es hora de retomar los entrenamientos del Movistar Estudiantes, ya que las de Fito González volverán del parón navideño el próximo 7 de enero para medirse en el Magariños contra el Picken Claret valenciano, con el objetivo de sumar la victoria y terminar la primera vuelta en los puestos de cabeza.
