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¿QUIÉN FUE JUAN FRANCISCO MONEO? (I) por Miguel Ángel Moneo

19 mayo 2009

Miguel Ángel Moneo, hijo del recientemente fallecido presidente de Estudiantes entre 1983 y 1998 Juan Francisco Moneo, ha escrito este emotivo recuerdo de su padre para compartirlo con la familia estudiantil.

¿QUIÉN FUE JUAN FRANCISCO MONEO? (I) por Miguel Ángel Moneo

Gran pregunta ésta, esta pregunta tiene muchas respuestas, diversas respuestas todas marcadas por el cariño, aprecio y amor por él.

Juan Francisco Moneo, el Sr. Moneo, como sabéis todos, la gente que le conocía bien (familia, amigos, compañeros) y la gente que no le conocía personalmente pero le conocían por otros que les habían contado lo que significo el Sr. Moneo para el Estudiantes, fue una persona fiel a sus sentimientos, puso devoción a todo lo que amaba, a su familia, a su Ramiro de Maeztu y a su Estudiantes.   Estas letras son simplemente para homenajear a un hombre, Esposo, Padre, Abuelo (8 nietos), Profesor, y Presidente.   El Sr. Moneo, como le gustaba que le llamaran, creo que se ganó con su esfuerzo que delante de su nombre siempre le pusieran este titulo, recuerdo los años del Ramiro, dando clases de Matemáticas, Ciencias Naturales y Religión, siempre de traje elegante, explicando a los miles de alumnos que han pasado por sus clases, la raíz cuadrada, los misterios de las ciencias, y la vida de Jesucristo. Os puedo garantizar que fuimos muchos los que pasamos por sus clases, porque recuerdo que no hace mucho tiempo le estuve ayudando a organizar un trastero de casa y encontramos una caja que pesaba muchísimo, cerrada con precinto, al abrirla nos encontramos con todos los cuadernillos de todos sus alumnos, habría cientos de ellos, todos conservados con cariño. Comentaros que fueron muchos años en el Ramiro de Maeztu, entró con 22 años y se jubiló con 65 años en su Ramiro, y sabéis lo primero que hizo al verlos, los abrió y los miró, ahí estaban las notas de todos sus alumnos, sus alegrías, y me dijo “qué bonito es recordar esos años tan buenos”, los colocó por fecha y dijo, “esto lo guardamos que es mi vida”.   Recuerdo que los años que estuve en el Ramiro, para mi fue mi segunda casa, entré en primaria y salí en 8º de EGB. Recuerdo que esos días al acabar las clases a las 4, que salía de clase jugaba al basket, y a las 5 de la tarde me iba al despacho de mi padre, normalmente hacía los deberes en su despacho y otras veces en el hall de la entrada del Ramiro, porque él tenia reunión en su despacho o tenia claustro de profesores. Lo que recuero siempre de esos momentos, que todos le tenían especial cariño, tanto sus compañeros del Ramiro, como los padres de los alumnos, y todos lo que pasaban por su despacho sabían que lo que les había dicho el Sr. Moneo era bueno para ellos, tanto si eran alumnos que pasaban por allí por algo que habían hecho, o los padres que de alumnos que se interesaban por ellos. Le recuerdo paseando por el patio, con sus gafas de sol, hablando con los profesores, con los alumnos, e incluso mediando en alguna pelea que se producía en el patio, separando a los alumnos. Para mi fue un gran honor asistir a sus clases, para mi eran clases que se alargaban, porque luego las continuábamos en casa.   Incluso antes de ser el Presidente del Estudiantes, le podías ver en el Magata, viendo entrenar al Estu, le encantaba sentarse en las sillas de pista y ver como se esforzaban para mejorar. Y sus paseos por los campos del Internado y de La Nevera, donde podía ver a sus chavales entrenando.   Cuando aceptó ser Presidente del Estudiantes, para mi familia fue un orgullo, porque todos somos dementes. Fueron unos años excelentes en su vida, ¡cómo disfrutaba con los partidos!, ¡cómo ayudó a que el Ramiro siguiera junto al Estudiantes, haciendo la gran familia que es! Le interesaba mucho el primer equipo, pero lo que llenaba de orgullo era la cantera, esos miles de alumnos que pasaron por sus clases, estaban en la cantera, y recuerdo lo que decía siempre a todos (me incluyo, fui alumno y jugador de la cantera): “si te esfuerzas al tirarte al suelo a por un balón, ese esfuerzo lo tienes que demostrar en los estudios, por que esta será tu verdadera carrera profesional, y si eres bueno en el basket debes demostrar que eres mejor en los estudios”.   Recuerdo como preparaba sus discursos para todas las fiestas del Mini que presidió, con sumo cuidado y cariño, porque cuando se ponía a hablar delante de él no solo había jugadores de baloncesto, había apasionados por el Estudiantes, por eso siempre el Sr. Moneo daba a sus discursos una pincelada de romanticismo.   Teníais que verle en los partidos, en el palco, siempre guardando la compostura tanto si había venido un representante del otro equipo o no, desde fuera parecía que no cambiaba su gesto durante el partido, pero por dentro era un manojo de nervios y de emociones, cuando volvía con él a casa, era cuando comenzaba a relatar el partido, necesitaba decirlo… ¿y quién no? Esos grandes momentos: la Copa, la Final Four de Estambul… bueno, todos los partidos que estaba presente, tanto fuera como en casa.   Recuerdo muchos momentos de los partidos que el Estu jugaba fuera de Madrid, él no iba a todos, porque tenia otras obligaciones. Recuerdo estar con él en la cocina con la radio, cuando antes los retransmitían, despotricando en ocasiones y sufriendo en otras, diciendo “venga chicos, que podemos”, cuando perdíamos, decía “¡Qué tíos!, tenemos que mejorar!” Y cuando ganábamos, salía de la cocina con los brazos en alto y gritando  “¡ChanChanChán!” y mi madre salía y decía “¡Hemos ganado!” ¡Por supuesto que yo lo gritaba también!   Recuerdo de cuando he viajado con mi padre a algún partido fuera de Madrid, en el autobús, porque antes se viajaba en autobús a todos los sitios, verle preguntado a todos cómo estaban, preguntándoles por sus esposas, hijos y como todos los jugadores le contestaban con una sonrisa en la cara, e incluso los extranjeros, que se esforzaban en hablar en español, ¡qué buenas imágenes aquellas!.

(SIGUE PARTE 2)