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El sueño de play off por el ascenso sigue vivo. Para eso, habrá que escalar un puesto. En estos momentos, los colegiales se encuentran en cuarta posición, a dos victorias del tercero Albacete, ese que ganó al Estu con una canasta sobre la bocina fuera de tiempo. A falta de cinco jornadas, todo es posible.
EL COLISTA BUSCA SEGUIR VIVO
La primera piedra en el camino es el colista, un equipo que ha mejorado con respecto a su primera vuelta, pero que aún así no es suficiente. Virtualmente descendido, si no gana este fin de semana, Ciudad de Móstoles consumará su descenso.
Su racha no es la ideal, aunque tampoco es del todo mala. Ganó a Canoe en su último partido en casa y de los últimos cinco partidos, ha ganado dos. Si se cuentan los últimos ocho partidos, hay que añadir una victoria más al casillero mostoleño.
Su mejor jugador es Westmoreland, un americano de 23 años que promedia 19 puntos y 8 rebotes y que viene directamente de una universidad americana, la Bowi State University. Un fichaje estrella a mitad de temporada para intentar reflotar al equipo. Sus números son de jugón, pero ese liderazgo no se ha traducido en victorias. Más que nada porque, junto a él, pocos son los que destacan. Si acaso, Carlos Padilla, un exterior que promedia 12 puntos por partido.
EL PARTIDO DE JUANCHO
Sin embargo, en el duelo de la primera vuelta jugado en Magariños, Ciudad de Móstoles plantó cara. Y vaya si lo hizo. Tras dos prórrogas y varios momentos de baloncesto total entre Brizuela y Westmoreland, ambos jugándose vertiginosos 1×1, el Estu se llevó la victoria por 92-89.
Pero si aquel partido destacó por algo, fue por la actuación de Juancho Hernángomez, que se fue hasta los 49 de valoración con 35 puntos, un 12/19 en tiros de campo, 15 rebotes y 13 faltas recibidas. ¡Qué bestia!
SIN CONFIANZAS
A nivel estadístico, Móstoles destaca negativamente. Tiene el peor porcentaje en tiros de campo de toda la liga, con un 40,2%; es el peor equipo en asistencias dadas, con 7,9; es el tercero que más balones pierde con 16,5; y es el peor equipo en valoración, con una media de 55,7.
Malos números de un equipo que no debe ser demasiado problema para los colegiales, si estos mantienen el nivel al que están jugando desde el inicio del 2014. Sin confianzas, sin dejar que el partido se convierta en una trampa y buscando cerrarlo cuanto antes para estar tranquilos y lograr la undécima del año para seguir metiendo presión a los tres primeros clasificados. Porque aunque esté difícil y el EBA no dependa de sí mismo… ¡Aquí no se rinde nadie!
