ANECDOTARIO TEMPORADA 2007/08 (V): EL PARTIDO MÁS IMPORTANTE DEL AÑO (1)

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Cuando ya han pasado dos meses desde la salvación del “Estu” y viendo la temporada con esa perspectiva, nos damos cuenta de cuál fue el partido más importante del año: el MMT Estudiantes-ViveMenorca que se disputó la penúltima jornada en el Telefónica Arena. Tan importante como las otras once victorias para conseguir la permanencia, pero todo lo que rodeó este partido fue, sin duda, especial.

Fue el único lleno-lleno, o sea, lleno de verdad, que ha vivido el Telefónica Arena. Si la afición colegial ya había dado el do de pecho cuatro días antes viajando en masa a Granada, y lo daría 9 después acudiendo aún más en masa a León, contra el Menorca el ambiente recordó al de los mejores tiempos de la final de ACB o “el” partido del Maccabi (como si contra los israelíes solo hubiéramos jugado una vez en toda la historia)… pero jugándose algo tan poco digno como la permanencia.

Y todo eso pese a ser entre diario, a una hora tan “golfa” como las 21:45 y víspera del puente de mayo, ese que vacía Madrid por completo. Aun así, más de 10.000 personas retrasaron sus vacaciones para estar en el que sí, lo fue: el partido más importante del año.

El extraño horario se debía a que lo televisaba La 2. El primer encuentro televisado de la temporada en el Telefónica Arena. Anteriormente, el ente público sólo había televisado un partido del “Estu” como local, el derbi contra el Real Madrid, pero por esto de ser el equipo errante se jugó en el Palacio de los Deportes de la Comunidad. Y que TVE retransmita un partido supone mucho más trabajo de logística y control, ya que arrastra a medio centenar de personas entre operarios, cámaras, narradores… y todos los equipos tienen que empezarse a montarse con un día de antelación.

¡BALONES! ¡QUEREMOS BALONES GRATIS!
Dado el horario tan extraño y la importancia del partido, desde el club se decidió intentar fomentar que los aficionados entrasen lo antes posible al Telefónica Arena. Para ello se consiguió el compromiso de uno de los patrocinadores, Ahorramás, para regalar unos preciosos balones de baloncesto con su logotipo y el escudo de Estudiantes a las 1000 primeras personas. Y funcionó. No es habitual que haya cola media hora antes de la apertura de puertas, ya que la gente suele acceder poco a poco, en un goteo constante, pero para el Estu-ViveMenorca la hubo. “¡Balones gratis, queremos balones gratis!” parecía ser el grito de guerra en la cola.

Y una vez que se dio la instrucción de que podía comenzar a acceder la gente, paso a paso se fue formando el caos. ¡Balones gratis, queremos balones gratis!, y los voluntarios que estaban repartiéndolos no daban abasto. La masa ávida de balones gratis obviaba que tuvieran publicidad, eran balones oficiales con el escudo de su equipo del alma, y sobre todo ¡eran gratis! Así que se abalanzaban sobre ellos, de tal manera que se provocaron avalanchas y tuvo que acudir el jefe de seguridad de MMT Estudiantes a intentar poner orden… pero este solo se impuso cuando se acabaron los balones. ¡Es que eran gratis!

BUENOS HUMOS DESDE SANTIAGO
Justo cuando MMT Estudiantes se jugaba no descender en Madrid, el conjunto femenino se jugaba lo contrario, ascender. Finalmente y como ya lo sabemos, ambos equipos consiguieron su objetivo. El equipo entrenado por Nacho García disputaba la fase de ascenso en la capital de Galicia, Santiago de Compostela, y pese a estar ya enfrascadas en su propio reto, no querían perderse el partido de los chicos. Así que les tocó buscar un sitio donde poder verlo la expedición colegial completa. Un miércoles a una hora tan extraña pocos bares estaban por la labor de ponerte el baloncesto, con dos equipos además que ni les van ni les vienen a la mayoría de habituales de los bares gallegos.

De repente, la avanzadilla de la expedición de USP-CEU MMT Estudiantes dio con un local prácticamente vacío, y prometiéndoles meter allí a una treintena de personas. Lógicamente, los dueños aceptaron, y es que aunque fueran gallegos y no catalanes “la pela es la pela”. Lo peculiar es que el garito en cuestión se trataba de algo tan poco habitual y tan elitista como ¡un club de puros!

Así que a los dos señores mayores que estaban con toda la tranquilidad del mundo catando sus habanos en su local de siempre de repente vieron cómo la dueña del local bajaba la pantalla, ponía La2 y entraba un grupo de gente donde destacaban 12 tías más altas de lo normal se les debió atragantar el humo, seguro.