
El duelo, a doble partido, empieza hoy Anvers ( Bélgica) y se decidirá el el día 30 en tierras francesas, en Pau. En él Bélgica se pone el traje de víctima y transmite toda la presión a su rival. Así, el seleccionador belga, Eddy Casteels, considera que se trata de una “misión casi imposible”, pero eso no significa dar por perdido el choque ya que “aunque sean ínfimas, creemos en nuestras opciones”.
Bélgica llegó a esta final de la repesca tras superar a Bosnia-Herzegovina y Portugal en la fase previa, incluyendo un angustioso 58-60 ante los lusos para lograr clasificarse. Por su parte, Francia dejó en la cuneta a una selección del nivel de Italia, y a Finlandia.